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viernes, 17 de octubre de 2014

Pedro Shimose se ocupa de la luna, de perros y lobos que aullan y de vampiros chupasangre, y a la media luna y luna llena que brotaron del tripresidente (me gusta el vocablo puntualizando las 3 veces de Evo) y se acuerda de Mario Rueda Peña y el dilema brasileño entre Dilma y Aécio. muy apetitoso texto!

Hace poco, la Luna se acercó tanto a la Tierra que, en noches de plenilunio, parecía una luna de película. Tal fenómeno se llama perigeo. Es sabido que la luna llena afecta a las mareas, a las mujeres y a los chiflados. Sobre estos, Chesterton escribió una divertida novela titulada El poeta y los lunáticos y Robert Graves se dio el lujo de publicar La diosa blanca, un tomazo de aquí te espero sobre la Luna, musa de los poetas, que nada tiene que ver con yerbajos o raíces y hojas alucinógenas. 

Lo cierto es que la luna llena hace aullar a lobos y perros, pone en celo a gatas y gatos y fomenta la creencia en brujas, hombres lobo y vampiros chupasangre. La Luna ha inspirado a pintores, músicos y poetas, pero ¿qué poeta se atrevería hoy a escribir una oda a la Luna, después de que Armstrong y Aldrin la hollaran, hace 45 años? No obstante, la luna llena inspiró al trielecto presidente Evo. En plena euforia poselectoral proclamó: “Ya no hay media luna, sino luna llena”. El tripresidente no se refería a la luna llena del poeta cruceño Otero Reiche, sino a la media luna autonomista. (El Beni resiste, como si fuera la aldea gala de Astérix y Obélix, acosada por las legiones romanas).

Hasta donde sabemos, la oposición ha perdido y se bate en retirada. Como diría Sun Tzu, en boca del ministro estratega de la presidencia: al enemigo hay que derrotarlo sin disparar un solo tiro. Basta con conocer sus debilidades y comprarlo con promesas, sin darle nada a cambio. En la contienda electoral hay dos grandes perdedores: Juan sin Miedo y Jorge Tuto Quiroga, quien tendrá que tragarse su reloj, tal como prometió si “seis de diez cruceños votaban a Evo”. Juan sin Miedo no se tragará ningún reloj, pero ya se tragó su orgullo al renunciar a ser candidato del MSM en próximas justas electorales. 
A pesar del contundente 60% de votos, el tripresidente debería comprender que después de la luna llena viene la luna menguante. El gran baile empieza ahora, con las economías del grupo Brics de capa caída. A pesar de las predicciones de los yatiris de la Cepal, el BM y el FMI (Bolivia crecerá al 5%, dicen), el patriarca bíblico José, hijo de Jacob y Raquel, vendido por sus hermanos por un plato de lentejas, le sigue recordando al faraón que a la época de las vacas gordas le sucede la época de las vacas flacas. Entre nosotros, el sagaz Mario Rueda Peña nos avisa que los pronósticos sobre el triunfo de Evo deben hacerse dentro de una semana, después del balotaje en Brasil. ¿Dilma Rousseff o Aécio Neves? That is the question.