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martes, 29 de diciembre de 2009

dos autoras cochabambinas Lilibeth Galindo y Velia Calvimontes poetisa la primera y narradora la segunda

Del libro de la Unión de Poetas y Escritores 2009

Mauricio Aira

El texto de 274 páginas primorosamente impreso comprende cuatro grupos de selecta lectura en poesía, narrativa, ensayo y anecdotario de los que ofrecimos ocuparnos sucesivamente habiendo escogido hoy los versos de Lilibeth Galindo de Guardia quién honra la vena literaria familiar con estudios en Bogotá, por supuesto también en Cochabamba y la publicación de sus libros “De donde vienen los sueños” “Y…en las tardes la imaginación” con aportes de Beba Rodríguez Estenssoro, Norma Méndez de Paz y Velia Calvimontes. Todos sus poemas de tinte romántico vivencial respiran halitos espirituales capaces de transportarnos de la mano, allí donde su autora lo propone “perdí mi cuaderno de poemas no lo recuerdo no lo siento partió como llegó ráfagas en mi mente. Miré sobre la nieve mi pluma tal vez mi sombra. La rosa encarnada está en el balcón inerte sus cabellos son hiedras pétalos de un día. Recogeré esos poemas entre las sombra del color de otoño o sobre un tronco herido”. O este otro elegido al azar “mi universo corre por las venas de tus manos si ellas viven vivo yo sino no estoy. En tu pensar yo pienso en tu dolor yo siento en tu alegría yo danzo en tu tristeza me ahogo. El tiempo como un atajo me hizo volar tan lejos. Las piedras en el camino marcaban mi destino. Destino incierto tan mío del partir y la tristeza”

En cuanto a narrativa Velia Calvimontes Salinas es una escritora cochabambina caracterizada por su notable aporte a la literatura infanto juvenil, aunque también se la cita en antologías del cuento erótico donde ciertamente figuran contadas damas del entorno literario nacional. Hemos asociado de manera espontáneo de su serie Naturaleza Viva, Invierno Frente a mis Ojos, debido al frío actual en Escandinavia, más propiamente en Gotemburgo de seis grados bajo cero cuando ha pasado ya la medianoche. “Hubo ya dos días seguidos de tormenta de nieve –refiere Velia- que ahora extendida por doquier se ve hermosa, con una helada serenidad, como un inmenso manto que quisiera envolver a la tierra.

Miro por la ventana la casa vecina, el techo de impecable albura, el espesor de la nieve debe ser de unas doce pulgadas, en cierta parte esbozando una sonrisa plácida, la nieve se estiró como con pereza en forma de ondeando faldón que cuelga unos tres metros de largo, festoneando su orilla se descolgaron más de una docena de carámbanos cristalinos di diferentes dimensiones y que al reflejo de la luz de los pequeños focos navideños, cobran el aspecto de diamantinas agujas intentando dar puntadas en félido aire. Detrás se divisan las ramas desnudas y temblorosas de un árbol que semanas antes, el viento despojó de su otoñal vestimenta y en cuyas venas la savia duerme el sueño de renovación.

Bajo la vista, los pinos enanos cual centinelas ornan las fachadas de las viviendas, en su mayoría tienen la forma de esferas, ensenan pasivos sus nevadas cabezas a guisa de postres generosamente cubiertos con abundante crema.

Nieve. Frio. Blanco. Silencio. Belleza congelada.

Espectáculo imponente, estremecedora muestra de la Madre Natura.

Mi corazón, tibio capullo queda sobrecogido. Una lágrima resbala. Me he sentido dentro del pasado, presente y futuro” Qué casualidad , Velia lo escribió en diciembre del 2000 en un invierno de Chicago parecido en mucho al invierno aquí, de una quietud impresionante, de un silencio sepulcral que se rompe apenas con el sonido del tranvía que trae de regreso a los jóvenes del barrio que han estado reunidos celebrando con los amigos en el centro de la ciudad donde bulle la alegría, dentro de los bares y restaurantes han encontrado el calor humano que ya en la calle está ausente, quizá por ello y especialmente por ello buscan la presencia de otros jóvenes ante quienes presumir de sus pocos años, de su ropa de marca, de su saber fumar y de tener dinero para poderlo gastar en los marcos de una austeridad colectiva donde nadie puede excederse, ni siquiera en una cerrada noche de invierno en que las luces navideñas son las únicas compañeras del tunante de regreso al hogar y preparándose para celebrar un año nuevo que en el fondo ellos desean no será tan aburrido ni tedioso como el que acaba de pasar.

Gotemburgo, 30 diiembre 2009

lunes, 21 de diciembre de 2009

numeral dos. lecturas rezagadas. Bolivia

más sobre Gesta Bárbara. segunda época

Inapreciable. extraordinariamente rico en contenido y forma el libro acertadamente editado por la Casa de la Moneda de Potosí, sobre los integrantes de Gesta Bárbara (fundacional) y Gesta Bárbara Dos que recoge el autor Valentín Abecia Baldivieso con verdadero fervor literario y con un enamoramiento por las letras bolivianas que no es común encontrar en nuestros días.
Gesta Bárbara unió en su primera fundación a lo más granado de la intelectualidad boliviana, de los nombres ilustres que nos presenta Abecia, falta más de uno como Ricardo Bohórquez Ramírez abogado, escritor y poeta, educador de la juventud potosina como director del cien veces renombrado Colegio Nacional Pichincha.
Bohórquez Ramírez a quién los estudiantes llamábamos Tarzán por una notable melena que se dejara crecer, poseía un vozarrón de voz de mando. Los cientos de alumnos de la secundaria ilustrada de la Villa Imperial temblábamos de oírle disciplinar y llamar al orden a los no siempre dóciles estudiantes llegados de todo el departamento para cursar el estudio secundario.
Bohórquez también era pintor y como tal discípulo de un ilustre aunque algo olvidado maestro Fortunato Díaz de Oropeza para quién tramitó una condecoración "El cóndor de los andes" por sus merecimientos en la pintura renacentista, retratista, caricaturista de cepa, seguidor de la escuela de Melchor Pérez de Olguín.
Cómo no recordar las periódicas visitas que solía hacerle al maestro sumido en el ocaso de su vida, casi ciego, al que nunca dejó de asistir como hijo espiritual y devoto alumno.
Resulta un algo extraño que tal figura la del profesor Bohórquez no figure en las crónicas de Gesta Bárbara siendo que Abecia Baldivieso no olvidó a ningún otro en su imperdible "Antes que el Tiempo Acabe" que se leé con emoción y hasta diría respetuosa devoción por las figuras que circulan en sus páginas.
En verdad que resulta difícil escoger para la glosa la temática sobresaliente en que incursionó Gesta Bárbara porque aún cuando el pensamiento de sus militantes, porque en verdad hicieron de su vocación literaria una milicia de cerebros escogidos que sin proponérselo coincidieron al menos en tres temas: Mar, Trigo y Estaño y su tarea consistió en mostrar al pueblo el negociado oficialista en la importación del trigo destinado al pan de cada día, los precios poco menos que miserables que pagaban las potencias por nuestros minerales fruto del trabajo mal pagado de los mineros y la exigencia de entregar parte del Titicaca para volver a la vecindad del mar, esto sucedía en los albores de la Revolución de Abril. Jacobo Liberman que actuó muchos años en el nacionalismo militante mostraba una Gesta Bárbara comprometida con la trilogía inseparable de mar, de trigo y de estaño.
Cómo no se habrían de colocar al frente de un pueblo que no producía su pan por falta de trigo propio, que era víctina de la explotación ya denunciada por Alcira Cardona en su "carcajada de estaño" y en "hombres sin tierra" que repetía el grito lastimero de Oscar Cerruto "Mi Patria tiene montañas, no tiene mar". El autor cita a Antonio Machado que soñaba y luchaba con el mar, toda su poesía es adjetivación de mar, llegar a él será la clave del desarrollo, para Manrique el mar es el morir, para Roberto Prudencio el mar está en nosotros, vivimos para él y le cita "para otros es girón de tierra, para el nuestro es girón del alma. Pero como el mar ha dejado de estar delante de nosotros, ahora está dentro de nosotros" Prudencio se refería al cercenamiento que hizo Chile despojándonos del mar. Cita a Tamaño quién montó en cólera "cuando le visitamos con Carlos Montaño Daza para avisarle que Chile uería las aguas del Titicaca con el objeto de irrigar las tierras áridas de Arica. Lancó un mensaje en Ultima Hora refugio de Gasta Bárbara con Alfredo Alexander que mueira destrozado por una bomba anónima junto a su esposa, a Jaime Otero Calderón que apareció colgado en su imprenta al coronel Alberto Larrea un militar jubilado que cooperó con el gobierno de Ovando..." a propósito de las bombas, ahora que está recluído de por vida Luis Arze Gómez de quién se dijo muchas veces que fue el artífice de las bombas asesinas habría que preguntarle sobre ellas por imperio de la verdad histórica.
Al final Trigo, Estaño y Mar" terminó en un concurso que ganaron Carlos Montaño Daza y el periodista también bárbaro Mario Guzmán Aspiazu a quién conocí en Radio Amauta primero, fue mi jefe de redacción y más tarde en Radio Nueva América de Raúl Salmón. Talentoso redactor que puso en primer sitio a los noticieros de ésta última estación cuando no existía la televisión y cuando los diarios resultaban tardíos para reflejar la noticia viva. Murió relativamente joven, acosado por el tabaco, como el 90 por ciento de los gremio de entonces y por el alcohól de la tertulia y la vivencia cotidiana.
En época posterior Mario Mercado y Mariano Baptista Gumucio convocaron con los medios de la fundación cultural de Ultima Hora segundas ediciones del concurso, siendo César Chávez Taborga uno de los ganadores que juzgó a Gesta Bárbara como el ejemplo de generación orgánica, homogénea y militante. Tenemos que ahondar en la obra del más selecto, comprometido e incomparable grupo de poetas y literatos que ha tenido Bolivia.

martes, 15 de diciembre de 2009

vamos a iniciar una serie de notas basadas en libros y revistas puestas en mis manos en Cochabamba y Santa Cruz sobre el quehacer literario

Imponderable labor de Oscar Arze Quintanilla

Mauricio Aira

Tesonero como ninguno el escritor y poeta y diplomático prosigue en la brecha sin desmayar. Una vez más circula el libro Poesía, Narrativa, Ensayo y Anecdotario de la Unión Nacional de Poetas y Escritores de Cochabamba que corresponde a la gestión 2009 que en sus 273 páginas nos recrea con los versos de Luz Cejas Rosado de Aracena, Lilibeth Galindo de Guardia, Amanda Jáuregui de Costas, Rosario Quiroga de Urquieta, Armando Sánchez Velásquez y Judith Ustáriz Arandia. Un primera lectura nos conmueve y sorprende tanto por la selección de los versos presentados por cada uno de los nombrados como por la selección privilegiada de esto seis poetas que engalanan el jardín de la inspiración en el valle de Cochabamba. Varios de los inéditos poemas son realmente valiosos y los iremos glosando en éste blog destinado a poner de relieve las letras bolivianas en todos los géneros.

En cuanto a narrativa el Comité Editorial ha seleccionado a tres autores Fernando Aracena Cejas, Velia Calvimontes y Guillermo Razo Cuevas, en el género teatral está Edmundo Maradiegue profesor de Estado, político y literato que no deja de sorprendernos con su producción en la dramaturgia.

En el grupo cuatro de Ensayo figuran el mismo Oscar Arze Quintanilla, Eliseo Bilbao Ayaviri, Jaime Humérez Estrada, Rosario del Carmen Mostajo Medinaceli, Rosario Quiroga de Urquieta que ya figuró en poesía, Elizabeth Sejas Ledezma, Gaby Vallejo Canedo y Jaime Zavaleta Meneses.

Las trece páginas de un anecdotario anónimo aunque recogido prolijamente por los editores contienen pasajes algunos hasta ahora desconocidos que tienen por protagonistas a poetas, escritores y narradores que se leen de un tirón y que provocan la risa, la sonrisa y algún gesto no siempre agradable de reprobación.

Al objeto de ésta primera entrega de la tarea de Arze Quintanilla corresponde la petit historia que le dedica al calendario literario boliviano que irrumpe en 1918 con la aparición de Gesta Bárbara que desde Potosí aglutinó a los inolvidables Carlos Medinaceli y Gamaliel Churata, Alberto Saavedra Nogales, María de Medinaceli. Arturo Peralta, Armando Alba, José Enrique Viaña, Walter Dalence y que fueran los pioneros en la difusión literaria de la inquietud creativa. En Cochabamba se organizaron los escritores y artistas en 1936. En 1945 surge Gesta Bárbara Segunda al impulso de Gregorio Reynolds y Juan Capriles. En la fundación figuran Maria Cristina Quiroga, Jaime Canelas López, Mario Ojara Agreda, Raúl Vásquez, Héctor Cosío Salinas, habiéndose registrado más tarde el ingreso de Mario Quiroga de La Zerda, Julio de La Vega, Daniel Bustos, Germán Céspedes Barbery, Alfredo Aguirre Siles, Elías Crespo, Rafael Montenegro y Ángel Rivera. Años más tarde participaron también Blanca Elena Carmona, Germán Cosío, Víctor y Beatriz Matienzo, Antonio Terán Cabero, Oscar Arze Quintanilla, Jorge Suárez y Félix Rospigliosi.

Cada uno de los “bárbaros literarios” nombrados es conocido por su obra literaria, varios de ellos alcanzaron gran notoriedad y sus trabajos figuran en selectas biblioteca habiendo sido traducidos a otros idiomas y se los mantiene en los textos de historia literaria. El actual presidente de la Unión de Poetas y Escritores (UNPE) de Cochabamba Armando Sánchez cita 1959 como el año del Primer Encuentro Nacional de Poetas y Escritores en el pueblo de Paucarpata de la jurisdicción de Quillacollo. El 1962 bajo la animación de Eduardo Camargo nace la Unión Nacional de Poetas y Escritores y se editan libros de Antonio Terán Cabero, Daniel Bustos, Jorge Claros y Mario Lara López. En 1996 los poetas y escritores de Cochabamba asisten en Potosí a la Reunión Nacional presidida por Armando Sánchez y Elio Alcaraz con la mira puesta en agrupar todos los escritores de Bolivia, año después luego de dos reuniones preparatorias tanto en Tarija como en Potosí se reúnan y dar lugar a la fundación de la Sociedad de Escritores de Bolivia desde el 19 de octubre de 1997. Cochabamba y Oruro resultan siendo los centros aglutinantes de la actividad literaria.

A propósito de Gesta Bárbara

Jorge Soriano Badani puso en nuestras manos una imperdible publicación de la Casa de la Moneda escrita por Valentín Abecia Baldivieso en homenaje al grupo de insignes poetas y que perdurará para siempre en el colectivo boliviano. El título es llamativo “Antes que el Tiempo Acabe” en referencia a los pocos sobrevivientes de Gesta Bárbara. El libro fue posible gracias a la fundación del Banco Central que con Alberto Bailey a la cabeza se dedicó a estimular toda la creación artístico-literaria de la intelectualidad boliviana. Se lee pronto, en parte porque sus personales, los integrantes del grupo pioneros y los de GB2, son bien conocidos de los lectores, y especialmente porque sus nombres están ligados a la literatura de los últimos 50 años al punto que no hay investigador, o profesor literario que se precie y que no los nombre.

Dos referencias para el final. La primera sobre el nombre porqué Gesta Bárbara. Abecia responde: “al principio eran tres jóvenes soñadores que no sabían lo que querían”. El trío tenía que bautizarse con un nombre y buscar más socios, para ello Gustavo Medinaceli echó mano de la influencia materna y desenterró el nombre atrevido y sugerente Gesta Bárbara, que había florecido en Potosí en 1918 y cuyos miembros, casi todos resultaron notables hombres de letras a la cabeza de los cuales estaba Carlos Medinaceli, Armando Alba, Gamaliel Churata (seudónimo de Arturo Peralta, un boliviano-peruano) quién fue el verdadero promotor y conductor principal de aquel grupo es decir del original. La segunda tiene que ver justamente con Gamaliel que aparece en la historia literaria de la mano de un joven franciscano recién llegado a Potosí José A. Zampa (que mantiene su perenne actualidad a raíz de haber fundado más de cien escuelas en el agro a las que llamó Escuelas de Cristo), de alguna manera le abrió las puertas a otro joven un peregrino llegado de Perú, con marcado acné, cuyas iniciativas secundó y hasta es consiguió un lugar donde reunirse y editar sus poemas. No es casual que Peralta con incipientes pasos en las artes gráficas se formara gracias al franciscano como “cajista” o sea el armador de los textos para ponerlos a la máquina. Peralta o Churata su seudónimo resultó siendo la clave en la tarea de difundir, propagar, relacionar a Gesta Bárbara con toda la intelectualidad. De la pluma de los autores, a la caja de Churata, de allí al papel y al lector. El padre Zampa imbuido del pensamiento social de la Iglesia era un moderno San Pablo, sus ideas eran muy avanzadas para entonces al punto que el Gobierno lo extrañó de Bolivia a donde regresa en 1917 para proseguir con su labor educativa por una parte y la difusión de Justicia Social entre sus escritos. No vamos a decir que Gesta Bárbara crece y se hace grande por el discípulo de Fracisco de Asís, aunque no podemos desconocer el rol que a través de Gamaliel tuvo en cuestiones prácticas. Lo cierto es que Gesta Bárbara se convirtió en el más visionario, valiente, y selecto grupo de pensadores de la Nación.

Tómense nuestros apuntes como un anticipo del contenido de los próximo numerales de este blog.