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jueves, 15 de septiembre de 2011

Renato Prada profesor nuestro en la Universidad Católica. su materia Filosofía. 1965 convento de Las Teresianas.


Homenaje a Renato Prada Oropeza


Los Nombres del Infierno
Por Samuel Arriarán

Renato Prada
El pasado 9 de Septiembre falleció en Puebla el escritor boliviano Renato Prada Oropeza. Autor de más de 40 libros, publicados, inéditos o perdidos (novelas , cuentos, ensayos y poesía) llegó como exiliado a México en los años de 1970. Realizó estudios de doctorado en Filosofía y Letras en las Universidades de Lovaina, de Bélgica y La Sapienza de Roma. Se estableció en la ciudad de Xalapa, Veracruz donde formó a varias generaciones en la Universidad Veracruzana y desarrolló una productividad intelectual bastante notoria. Al momento de  su muerte tenía el nivel III del Sistema Nacional de Investigadores, la máxima distinción a la creación intelectual que otorga el gobierno mexicano. Entre otros premios que obtuvo a lo largo de su carrera hay que recordar el premio Casa de las Américas, en La Habana, Cuba, por su novela Los fundadores del alba, y que en Bolivia ha tenido cerca de cincuenta reediciones.
A continuación, ofrecemos un artículo sobre uno de sus libros perdidos como homenaje a este brillante escritor cuya obra se nutrió fundamentalmente del pueblo en que nació y que nunca dejó de amar.
¿Hay libros perdidos de Renato Prada? Sí, por lo menos podría considerarse como tal un importante libro de cuentos: Los nombres del infierno.  Ciertamente, hubo una edición en 1985, por la Universidad Autónoma de Chiapas. Pero lamentablemente dicha edición no circuló normalmente debido a una complicación administrativa (una sucesión de Rector con implicaciones políticas). ¿”Se desapareció” el libro deliberadamente? ¿No circuló por razones de censura? Nadie  puede saber que sucedió, pero, para nosotros los lectores, se puede dar por perdido, al igual que cualquier libro que,  por estar mal colocado, no lo podemos encontrar en una biblioteca. Los relatos reunidos en este libro  se sitúan  después del golpe de Estado 1971 (golpe ejecutado por comandos paramilitares encabezados por Hugo Bánzer contra el gobierno izquierdista de Juan José Torres). Esta dictadura militar duró hasta 1978 y se caracterizó por una creciente intensificación del odio institucionalizado contra los comunistas, desde la expropiación material de sus bienes y el despojo de los más elementales derechos civiles, hasta la deportación y el exterminio sistemático. Por eso hay en estos relatos   referencias históricas muy precisas a esta represión a cargo de  “milicias cristianas nacionalistas”. Quizá por estas referencias insoslayables, Los nombres del infierno aluden a las situaciones políticas y sociales ocasionadas por la dictadura militar: 1. El infierno como campo de concentración (“Hombro con hombro”); 2. El infierno familiar (“La vida será nube”); 3. El infierno como imposibilidad de amistad (“El hacha de dos lunas”); 4.El infierno como exilio (“El encuentro”). Primeramente haré un análisis de cada uno de estos cuentos y después intentaré contextualizarlos en el marco general de la obra narrativa de Prada.

1. El infierno como campo de concentración (“Hombro con hombro”)Este cuento está basado en un hecho real durante los primeros años de la dictadura. Hubo entonces un fuga de presos políticos de la isla de Coati que era  un verdadero campo de concentración. Aunque oficialmente los medios de comunicación no informaron de este acontecimiento, sin embargo la noticia trascendió como un acto heroico. El régimen militar  era ridiculizado en la medida en que no supo evitar la fuga de los prisioneros. Este cuento recrea en tono de comedia esta fuga que terminó en liberación (algo completamente inaudito en un contexto de permanente tragedia).El narrador es uno de los presos que relata cómo (con Rómulo y Mauro , militantes del Ejército de Liberación Nacional ELN) idearon y realizaron esa fuga usando como pretexto un partido de futbol entre presos y militares . Pero no es una simple descripción de los preparativos de la fuga, porque en la huida hay contratiempos y obstáculos imprevistos que no se reducen a lo físico, sino que incluyen rememoraciones, sueños y pesadillas recurrentes que funcionan como prolepsis (hechos del futuro que anuncian lo que sucede en el presente): “un emperador negro huye perseguido por el tam- tam enervante de los tambores, en una noche tenebrosa; atraviesa la maraña hiriente de la selva, al final…¿qué ocurría al final? Lo matan, por cierto: había caminado en círculos mientras sus pacientes perseguidores fundían la bala de plata que lo mataría”.  
El personaje compara esta situación con la huida junto  con sus compañeros que   caminan en círculos. Sólo al final del relato sabemos, por un giro inesperado, que, pese a encontrarse en una situación sin salida, el teniente que supuestamente íba a matarlo, lo salva. Es indispensable señalar el parecido de este cuento con la novela de Ricardo Piglia Plata quemada, igualmente basada en un hecho real. La novela describe la fuga de un grupo de revolucionarios de Buenos Aires a Montevideo. La diferencia únicamente reside  en que mientras los presos de la dictadura militar boliviana logran su liberación, los argentinos son brutalmente masacrados (razón por la que, según Piglia, esta novela sería más una tragedia).En el relato de Prada también podemos encontrar dos planos que corresponden a dos lógicas opuestas: la lógica del orden estatal y la lógica subversiva.  La principal estrategia narrativa  parece ser la comedia carnavalesca .  Hay aquí, ciertamente un cierto uso heterodoxo del género policial, incluso para caracterizar  la relación obra-lector. Renato Prada estaría de acuerdo con aquellos autores como Ricardo Piglia  que recurren al género policial para denunciar las injusticias y las corrupciones del sistema político. La crítica social desde la práctica literaria equivaldría a una “resistencia estética”. Aunque el concepto no es el más adecuado, sin embargo  dicha resistencia se refiere a la situación del escritor que no concuerda con la ideología  del orden social y aprovecha las contradicciones internas del sistema para destruirlo: no se puede elaborar otro discurso crítico sino utilizando los espacios y los géneros propios de la cultura de masas ( el género policial, el melodrama, etcétera).
2. El infierno familiar “(La vida será nube”) La narradora de este cuento es una niña vendedora de periódicos. Tiene una hermana (“la Costa”) que trabaja de sirvienta y que como toda sirvienta es explotada sexualmente por los burgueses. Además la niña tiene un hermanito (“Ratin”) y  un amigo, “Macoco”. La historia consiste en que la niña cuenta la historia de su barrio como el desalojo  de sus viviendas a raíz de una intervención militar. En este desalojo, la niña relata cómo, su amigo “el Macoco”, se enfrentó a los militares y su hermano fue desaparecido. “El Macoco” representa para la niña no sólo alguien que puede leer libros y entender la realidad, sino también alguien que defiende a los débiles y por tanto es capaz de resistir. Aquí hay un principio de melodrama que desemboca en otra crítica literaria del orden estatal.
No deja de ser formalmente  adecuado el modo en que Renato Prada construye esta narración de la niña: situándola en el presente recurre al pasado (analepsis): la niña visita con su madre al tío que está preso. En un descuido de la madre, el tío intenta violar a la niña. ¿cuál es el propósito de este cruce de tiempos? Lo que el relato parece expresar es el abuso de poder. Quizá por eso la historia que relata la niña es el encierro en un infierno familiar, la impotencia frente al abuso de los poderosos que  para conseguir sus fines no respetan los más elementos derechos humanos. De esta manera la resistencia representada por el Macoco (resistencia que a su vez es representada por la razón frente a la fuerza) es vencida, al mismo tiempo que la familia y el barrio pasan a ser objetos de la represión militar. Cabe subrayar el procedimiento  que utiliza Prada para diferenciar al personaje del narrador. Siguiendo los planteamientos  de G. Genette, se trata de construir dos  tipos de relato según la relación del personaje con el narrador: “Así pues distinguiremos aquí dos tipos de relato: uno de narrador ausente de la historia que cuenta (ejemplo Homero en La Ilíada, o Flaubert en La educación sentimental), otro de narrador presente como personaje en la historia que  cuenta (ejemplo Gil Blas.) Llamo al primer tipo, por razones evidentes, heterodiegético y al segundo homodiegético.”  
 En unos casos, la verdadera cuestión es la de si el narrador ha tenido o no ocasión de emplear la primera persona para designar a uno de sus personajes (como sucede en el cuento sobre la fuga de los presos del campo de concentración), en otros casos, como en éste (de la niña vendedora de periódicos), el autor está ausente de la historia que cuenta.   Es importante hacer este señalamiento porque, tal como parece, en cierta corriente de la narrativa boliviana, el  descuido del trabajo formal  sobre el papel del  narrador y de los personajes, ha llevado a una formulación literaria en términos puramente políticos, es decir, cuando el protagonista constituye un punto débil debido a que el móvil de los narradores no es tanto la creación artística sino la propaganda. Esto significa que dichos narradores más preocupados por el contenido no conciben primeramente a sus personajes y tejen alrededor de ellos una serie de circunstancias especiales, sino que se dedican a denunciar un mal y abogar por una causa (para finalmente  buscar personajes para comprobar su mensaje).   Evidentemente no es el caso de Renato Prada, que, en toda su obra literaria, se ha dedicado a un esmerado trabajo de la forma sin descuido del contenido. Por lo demás, como bien dice otro autor  (ya desencantado con los puristas del lenguaje): “En América Latina los temas siempre son: el hambre, la discriminación, la intolerancia, la represión, los modelos imposibles de crecimiento, los niños dejados a la buena del destino. Y una empecinada, central, ineludible  necesidad de esperanza. No hay demasiada necesidad de búsqueda de la palabra original como fundamento de purificación del lenguaje.”   Editor: Continuaremos con "los infiernos" que con acierto rescata Samuel Arriarán, quién empezó trabajando con nosotros en radio El Sol de Cochabamba, de efímera existencia. Samuel se develó como intelectual con vocación para las letras y realiza su tarea creativa en México especialmente, aunque en su familia hay más poetas, como Amanda Arriarán su hermana mayor de brillantes ejecuciones literarias)