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miércoles, 28 de diciembre de 2011

Fernando Barrientos editó un relato a varias voces de otros jóvenes escritores sobre temas contemporáneos y resultó un libro matizado por múltiples vivencias.


“Bolivia a toda costa” es el libro de crónicas, compilado por Fernando Barrientos, que reúne 14 textos con una mirada sobre Bolivia y anoche fue presentado en el Hotel Cochabamba, donde los invitados para hacer los comentarios fueron Edmundo Paz Soldán, Christian Kanahuaty y Leonardo la Torre.
Periodistas, sociólogos, escritores y hasta un crítico de música relatan al país desde diferentes ópticas que incluyen, entre otras historias, lo que ocurrió en un concurso de Miss Bolivia tras bambalinas, la llamada masacre de Porvenir contada por víctimas y victimarios o las alabanzas en aymara y en ritmo de hip-hop de un grupo alteño. Se trata de relatos más humanos, más cotidianos, una vista diferente de la historia reciente del país.
Barrientos comenta sus motivaciones para la compilación.
LT: ¿Cuáles fueron los criterios para la selección de las historias?
Fernando Barrientos (FB): Quería un libro sobre Bolivia porque me parecía que era algo que podía funcionar en el país, ya se hizo algo similar en Perú, Chile y Argentina. También porque quería dar mi posición respecto a un debate que había tenido con periodistas sobre la crónica.
LT: ¿Qué criterios empleó para la selección?
FB: Convoqué a gente que yo conocía. Recurrí como base a textos ya publicados y a partir de eso completé la selección invitando a otra gente que ya sabía que podía tener un texto de no ficción sobre ciertos temas. En algunos casos se trataba de periodistas y en otros de escritores de ficción. Pero son relatos actuales y sobre Bolivia escritos entre 2055 y 2011.
LT: ¿Y por qué eligió la crónica?
FB: En 2009 se publicó “Conductas erráticas”, editado por Maximiliano Barrientos y Liliana Colanzi, y al algunos periodistas no les gustó el libro. Es obvio que en una antología el nivel (calidad de los textos) puede variar, pero me gustaba más el espíritu que tenía el libro, que era narrar una historia personal de cada uno. Entonces algunos periodistas criticaron y dijeron que había cierta irresponsabilidad en que los escritores de ficción se pongan a hacer no ficción. Es un lindo debate para continuarlo en otros espacios, pero esa fue la razón que me llevó a hacer esta compilación.
La crónica está cargada de otros géneros, por eso me sorprendió que se intente marcar cómo tiene que ser este género.
Entonces, viviendo un momento importante en política, cultura, en economía, en todos los ámbitos donde se juega con el cambio, me parecía interesante más que reflexionar sobre estos cambios, narrarlos, contar unas cuantas de las miles de historias (en torno a estos cambios). Obviamente que queda mucho en el tintero porque hay miles de cosas importantes por decir.

martes, 27 de diciembre de 2011

retomamos la prosa de Pedro Shimose cuando se refiere a la retirada de Paulovich de la gestión periodística después de medio siglo...mezcla de nostalgia y reminiscencia coloquial, si hasta nos provoca tristeza.

Sesenta años después de publicar su primera columna, Paulovich, o sea, Alfonso Prudencio Claure (La Paz, 27/08/1927), ha colgado la pluma. Dejará de escribir su celebérrima columna La noticia de perfil, obligado por una ceguera que le impide seguir tecleando su vieja Olympia. Ajeno a las nuevas tecnologías, Paulo ha permanecido atento a la actualidad a través de la radio y los periódicos. La televisión le hace daño a la vista por las radiaciones catódicas, espasmódicas, sódicas y prosódicas. 
En contra de lo que los amigos creíamos y nunca nos atrevimos a preguntarle, no ha dictado jamás sus artículos a ninguna supuesta secretaria porque se niega a convertirse en ‘dictador’. No descubro nada nuevo al decir que a Paulo no le gustan los dictadores, sean civiles o militares, nacionales o plurinacionales. Le provocan sarpullidos que él ha sabido mitigar con ungüentos contra la amargura y cataplasmas contra la tristeza. Paulovich ha vivido en un mundo tierno y maravilloso, rodeado del cariño de sus tías imaginarias Encarna, Restituta viuda de Batistuta y Clotilde von Karajan Quiroga, su comadre Macacha viuda de Racacha, sus amigos cochabambinos del Ateneo Pericles, y los yatiris Uayruru, Calimán y Titirico del Club Malena, de El Alto de La Paz, que le leen el porvenir en hojas de coca. Ellos fueron los primeros en adivinar que Paulovich se iba. 
Paulovich es un maestro del periodismo humorístico como lo fueron, en su momento, Juan Francisco Bedregal, Gustavo Adolfo Otero (‘Nolo Beaz’) y Walter Montenegro (‘Buenavista’). La originalidad de Paulo es su lenguaje bolivianísimo con el que retrata a los originarios de los 36 ayllus constitucionales. Está de vuelta de todo. Desde pequeñito ha oído demasiados discursos, ha olido demasiada podredumbre, ha visto demasiados golpes de Estado, demasiadas ‘revoluciones’, demasiados referendos y demasiados ‘cambios’ al estilo del Gatopardo, ese príncipe italiano que decía que “algo debe cambiar para que todo siga igual”. Eso se advierte en sus artículos recopilados en Bolivia, typical país (1960), Rosca, Rosca, ¿qué estás haciendo? (1960-1961; 2 vols.), Florecillas y espinillas (1973), Memorias de un joven puro (1973), Diccionario del cholo ilustrado (1978), Manual del perfecto negrero (1981) y Ríete y serás feliz (1995), entre otros. Abro al azar su libro de florecillas y leo: “Todos quieren vivir a costa del Estado, por eso nos hallamos en este estado” y “Bolivia es un país minero. Suiza es un país quesero. Suiza está llena de dólares a pesar de que el queso vale menos que el estaño”. Y así podría seguir espigando citas ‘paulovichianas’, pero no.
Alarmado por el perfil de la noticia de su despedida, hablé con Paulo. “Mi decisión es revocable, siempre que el ‘referendum revocatorio’ de mi oftalmólogo me haga cambiar de idea”, me dijo. Le pregunté si vendría a España, a reunirse con su familia de Zaragoza. “¿Y qué haría yo en España?”, respondió con una pregunta, a la gallega. Hace 50 años, Paulo dijo: “Nunca pretendí ni pretendo ahora, decir cosas trascendentales. Mi único afán fue y sigue siendo el tratar de expresar lo que piensa y dice nuestra gente con referencia a los problemas que vive. Con sus mismas palabras. Con su mismo acento chungón y, a veces, sentimental”. Así caracterizó su columna diaria este periodista que ahora nos dice: “Hasta siempre”. A lo mejor, un día cualquiera nos sorprende de nuevo con su Noticia de perfil, recuperada para gozo del entristecido movimiento social de sus lectores que lo admiran, leen y quieren. Eso quisiéramos. // Madrid, 27/12/2011.

viernes, 23 de diciembre de 2011

Pedro Shimose desde Madrid evoca la obra y figura de César Chávez el maestro, escritor, poeta, 12 libros en su haber y notable intelectual cruceño


El pasado martes 13, un grupo de amigos, parientes, residentes benianos, colegas de la Academia Boliviana de la Lengua y del Instituto Normal Simón Bolívar, acompañaron al escritor y pedagogo César Chávez Taborga (Magdalena, 06/01/1924 – La Paz, 12/12/2011) a su última morada en el Cementerio Jardín de La Paz. Al pie del sepulcro y bajo un cielo encapotado, aquellos que siempre le estimaron pronunciaron sentidas oraciones fúnebres: el pintor Gil Imaná, el bibliógrafo José Roberto Arze, el director de la Academia Boliviana de la Lengua, Mario Frías Infante, y el representante del Centro Cultural Moxos en La Paz, Dr. Hans Dellien Salazar, entre otros. A pesar del chilchicito, evocaron la figura quijotesca del maestro Chávez Taborga, su personalidad y su obra escrita: 12 libros publicados y uno aún inédito –Entre pintores y poetas del Grupo Anteo– que debería ser editado antes de que se lo coman los turiros.
Los últimos años de César fueron duros. Ciego y enfermo, la muerte de su esposa uruguaya fue uno de esos “golpes en la vida, tan fuertes… ¡Yo no sé!”, como diría Vallejo. A la vejez, César fue perdiendo la vista poco a poco y Aída Martínez Balzarotti, su culta e inteligentísima mujer a quien llamábamos familiarmente ‘Beba’, se convirtió en sus ojos, sus pies, sus manos, su sombra protectora y su paño de lágrimas en las horas amargas del desaliento. César la definió, en sus dedicatorias, como “el amor soñado y la pasión vivida” y la “serena luz en mi camino”. Y esos epítetos son justos, porque Beba fue su inspiración, su acicate, su alegría, su compañera fiel en la dicha y en la adversidad; ella, y nadie más que ella, puso orden y cordura en la vida de César. La última carta que César me envió –que dictó y firmó, apenas, el pasado 28 de noviembre– me hablaba de Beba como una bendición en su vida y me decía que pronto volveríamos a vernos para seguir hablando de poesía. Nunca le abandonó la esperanza.
César Chávez Taborga pertenece a una extraordinaria generación boliviana de maestros y pedagogos: Carlos Salazar Mostajo, Guido Villa-Gómez, Humberto Quezada, Enrique Ipiña, Dora Gómez de Fernández, Jaime Escalante, Iván Guzmán de Rojas, Luis Carranza Siles, Roger Becerra Casanovas, Horacio Rivero Égüez, Adolfo Rodríguez Castedo, Ciro Aparicio y Jorge y Jesús Rioja Aponte, entre otros. Como ensayista, dejó páginas dignas de ser recordadas como Evocación y mensaje y aquellas dedicadas a Tamayo, Felipe S. Guzmán y Villa-Gómez. Escritores de la talla de Augusto Guzmán, Porfirio Díaz Machicao y Carlos Castañón Barrientos alabaron su obra pedagógica y literaria. Perfil de la poesía beniana (1974) y Expresión poética del Beni (2005) son libros señeros en la bibliografía boliviana. Como editor, César fundó y dirigió dos revistas: la revista pedagógica Minkha, en los años 50, y la revista cultural Moxitania, en los 90. Polifacético, también escribió letras de canciones populares que siguen palpitando en el corazón del oriente boliviano como ese taquirari –Payuje de amor– interpretado por Los Taitas.
En cuanto a su prosa ancilar, estrictamente pedagógica, Chávez Taborga supo mantener el rigor metódico del científico, la claridad expositiva del conferenciante, la medida parsimonia del profesor y la excelencia retórica del ensayista. Ha muerto un gran maestro y escritor, pero ante todo, ha muerto un buen amigo. Descanse en paz, quien nunca halló reposo, porque, como dijera el poeta, César “era una llama al viento y el viento la apagó”. // Madrid, 23/12/2011.

* Escritor

jueves, 15 de diciembre de 2011

Fuego Incesante libro de imantada, quieta y meditabunda poesía. fragmento de un instante previo al vuelo y su memoria. Jacobo Liberman sobre Armando Soriano

Jacobo Liberman prologó algunos de los casi 30 volúmenes que ha producido el poeta, escritor, abogado y profesor universitario Armando Soriano Badani como esa colección de hermosos poemas “Fuego Incesante” que nos permite seleccionar algunos títulos como Gil Imaná, Javier del Granado, Ricardo Pérez Alcalá, dos pintores y un poeta los primeros ya fallecidos y el tercero, potosino contemporáneo a los que Soriano se refiere con galana pluma.

Guardamos en el recuerdo un sin número de poemas, sin embargo el autor atesora muchos otros en su cofre mágico. Ratifica el prologuista que “el poema es un nexo entre dos misterios: el del poeta y el del lector” citando a Dámaso Alonso. No se otorga tregua en su encendido fluir y corresponde al florecimiento de su contextura lírica, porque viene de una antigua andadura de escritor cuando una necesidad expresiva de juventud, de amor a vuelo de ave de paraíso, lo alentaba en afanes de huir del llano existir sin relieve. 

Armando no pertenece a esa categoría de transitorios poetas de pasajera voz y piar temprano. Su gesticulante palabra, su énfasis declamativo y el hervor de un mundo inasible desborda en una cascada de relámpagos.

Gil Imaná

Guiada por el genio palpitante/ la espátula discurre inquisitiva/exhumando el misterio coruscante/ de la raíz telúrica cautiva.
Figuras de energía dominante/revelan en maestría deductiva/de nuestra raza su vigor vibrante/con real visión y mágica inventiva.
Del pasado las piedras y los litos/se levantan como ancestrales gritos/en el gris yermo de celestial nivel/mientras rostros de adusto expresionismo/desvelan su alma en el cabal purismo/del sublimado linaje del pincel.

Javier del Granado

El secreto del hondo pensamiento/fluye del manantial de su alma clara/tiñendo de emoción su agil acento/que el íntimo latido fiel ampara/ la fruición de la vida o su tormento/en el son de su lira se almibara/arrancando inspirado advenimiento/de la expresión sutil noble y preclara. Bucólico cantar su frente inflama/nimbada de virtud y mansedumbre/mostrando de su verbo la alta cumbre.
Luciérnagas de amor su ardor reclama/ en su poesía de multiple alfabeto/que sublima la magia del soneto.

Ricardo Pérez Alcalá

Escruta, por el lienzo, dócil mano/guiada por el numen luminoso/ y un cosmos de color, desde el arcano/se plasma con su rasgo prodigioso. Alguna imagen finge un aire insano/con su lúgubre resto caviloso/y un espectro sombrío sobrehumano/trágico vaga en sino soledoro. Fiel barbada figura se refleja/con impoluta perfeccion realista/en fascinante espero del artista/ Y en las figuras el ensueño deja/ la onírica visión del sentimiento/grabada en la nobleza del pigmento.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

si hay un poeta boliviano que puede postularse con suficientes méritos al Nobel de Literatura es Armando Soriano Badani autor de 30 o mas obras literarias a cual más exquisita

nacido en Cochabamba aunque toda su existencia transcurre en La Paz, Armando Soriano Badani atesora una vena poética incomparable por su originalidad, delicadeza, por los temas elegidos, por la riqueza idiomática que cultiva y nos obsequia en sus obras que aparecen cual obra de la magia un año tras otro y con los títulos más diversos entre cuentos, poesía, prosa, antologías y estudios que se combinan con el largo ejercicio de jurista inseparable de sus códigos y su sapiencia de hombre de bien.
próximo a los 90 don Armando, familiarmente "el chino soriano" para sus amigos poseé una imaginación tan variada y fértil que provoca admiración y produce sorpresa, porque ha hecho de su pluma la eterna compañera inseparable, cuando evoca al amor, al terruño, a la naturaleza o cuando desgrana sus antologías del cuento, o de pintores, o tratando simplemente asuntos de la legislación social boliviana que domina.
de ninguna manera pretendemos inventariar sus obras dominadas por la poesía como Alba Rota, el Illimani en la Literatura, Perfil del atardecer, Agonía de las viñas, Rumbo a la Fatalidad, Perennidas de los ensueños, o La Huella Transparente, Rebelión de los anhelos, A rio revuelto, Fuego Incesante, Unos pasos por el Cielo. Su obra Escondida en mis Sueños es quizá una confesión de amor de adolescente con esencia romántica de enamorado y con nostalgias que el tiempo no logra borrar y más por el contrario rebrotan con el paso de los años.
sobrio y recatado don Armando huye de la notoriedad no obstante su formación en Francia, la docencia ejercida por décadas, su paso por el periodismo literario, los premios y distinciones recibidas, pertenece a un privilegiado grupo de grandes valores, que son la reserva espiritual de un pueblo noble y digno, en que se agitan la impostura y la indecencia, que consiguen brillar aunque por efímeros instantes perdidos, quizá mejor decir, desaparecidos de la historia.
en este espacio iremos glosando su obra, citando sus poemas, refiriendo sus acciones para rescatar con justo derecho, los méritos de un gran literato boliviano, que brilla con luces propias a toda hora.

martes, 29 de noviembre de 2011

Shimose logra en texto corto poner tenso el recuerdo de Jorge Negrete. relata su historia realmente apasionante y el carácter de su arte. quién de nosotros no admiró siempre al charro mejicano?

Cuenta el tenor español Plácido Domingo que, de niño, quería ser Jorge Negrete. Con el tiempo, Domingo abandonó su sueño infantil hasta llegar a ser el gran cantante de ópera que es, pero su admiración por Negrete no disminuyó. Animado por ese sentimiento, le rindió un cálido homenaje al grabar, en 1982, un “long play”/”videoclip” con canciones del repertorio del charro inmortal.
Hijo de militar, Jorge Negrete Moreno (Silao, Guanajato, 30.11.1911 – Los Ángeles, USA, 05.12.1953) recibió una educación esmerada: universitario, dejó a medias sus estudios de medicina e ingresó en la Academia Militar. Estudió canto y abandonó el ejército con el grado de Capitán de Caballería para dedicarse al arte. En sus inicios interpretó romanzas, tangos, boleros y canciones napolitanas con el seudónimo de “Alberto Moreno”. En 1936 viajó a Nueva York e intentó cantar ópera en el Metropolitan Opera House, pero no lo consiguió. Decepcionado, se ganó la vida como camarero en restaurantes de ambiente latino. Una noche de 1937 sustituyó al cantante de una orquesta de baile dirigida por el cubano Eliseo Grenet. Contratado como solista, hizo su primera aparición en el cine, en una película de la Warner Bros, titulada “Cuban Nights”, donde hace el papel de guajiro cubano. Al año siguiente retorna a México y la floreciente industria cinematográfica de su país lo acoge y lanza al estrellato. 
Por su carácter, su apostura, su cultura nada corriente (hablaba cuatro idiomas), su prodigiosa voz, su destreza ecuestre y sus modales caballerescos en un mundo que iba desapareciendo, Negrete encarnó la figura del charro mexicano “noble, valiente y leal”. Protagonizó 35 películas que reflejan la realidad del México de entreguerras, caracterizada por un nacionalismo para el que ser mexicano era distintivo de hombría, honor y dignidad, cualidades definidas en corridos y rancheras que él, como nadie, propagó por el mundo. Las canciones que le dieron más popularidad – escritas por Manuel Esperón y Ernesto Cortázar – expresan la situación y la mentalidad de una época: un machismo de ordeno y mando que consideraba a las mujeres como “muebles nomás”; un romanticismo que despreciaba la vida y exaltaba la muerte en un clima de violencia irrefrenable; una sociedad patriarcal en retirada, donde los caporales enamoran a las hijas de los hacendados y un medio rural crepuscular con sus paisajes bucólicos, sus ranchos, sus héroes a caballo y sus noches de luna llena con serenatas al pie de la ventana de la mujer amada, con tríos y mariachis, incluidos.
Negrete llegó a trabajar con Luis Buñuel (“Gran Casino”, 1947) y fue amigo de pintores (Diego Rivera, Frida Kahlo, Orozco), de músicos (Ponce, Revueltas, Moncayo), de escritores (Rómulo Gallegos) y de poetas como Octavio Paz. Éste escribió letras que Esperón musicalizó en forma de romanzas. Negrete las cantó en “El rebelde” (1943). Luchador sindicalista, fundó y presidió el Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica y la Asociación Nacional de Actores (ANDA). Murió a causa de una hepatitis contraída en su juventud. Fumador empedernido, nunca bebió.
Sus películas “¡Ay Jalisco, no te rajes!” (1941), “Historia de un gran amor” (1942), “El peñón de las ánimas” (1942), “Así se quiere en Jalisco” (1942) “El rebelde” (1943), “Hasta que perdió Jalisco” (1945), “El ahijado de la muerte” (1946), “Allá en el Rancho Grande” (1948) y “Si Adelita se fuera con otro” (1948) forman parte del imaginario de dos generaciones de latinoamericanos, ¿cómo no recordarlo? // Madrid, 29.11.2011.

jueves, 24 de noviembre de 2011

Alcides Parejas se refiere a la personalidad de Teresa Gisbert arquitecta, docente, creadora de arte y activista por la conservación del patrimonio cultural. recia figura que dignifica a la mujer boliviana en el parnazzo cultural y artístico

Estamos viviendo una etapa tenebrosa de la historia del país en la que estamos contemplando la destrucción sistemática de la bolivianidad, la mayor parte de las veces acompañada de nuestro silencio cómplice. En medio de este panorama perverso que cada vez se hace más espeso y difícil, hay de tanto en tanto unos actos que son como oasis en medio del desierto. Me refiero al acto en el que se homenajeó a doña Teresa Gisbert Carbonell.

El Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) ha tenido el gran acierto de conceder el Premio Nacional de Ciencias Sociales y Humanas, en la categoría Trayectoria Intelectual, a la Arq. Teresa Gisbert, “por su contribución al desarrollo de las ciencias sociales, en la historia del arte, la arquitectura, el conocimiento y preservación del patrimonio nacional y la cultura”. Doña Teresa se merece esto y mucho más.

Es de todos conocida la figura de Teresa Gisbert, investigadora y docente. Esta figura está estrechamente unida a la de don José de Mesa, su esposo: son como las dos caras de una moneda, diferentes, pero que forman parte de una unidad tremendamente sólida. Gracias a la labor tesonera, transparente y luminosa de esta mujer excepcional hoy estamos en condiciones de hablar de la cultura boliviana como una creación original que perdurará en el tiempo. Teresa Gisbert, por otra parte, está íntimamente ligada a la docencia universitaria y es –confesada o no—maestra de muchas generaciones de arquitectos e historiadores del arte de la Bolivia y de muchos de los países andinos. Finalmente, Teresa Gisbert se destaca como una figura pública que dirigió durante muchos años las principales instituciones culturales del país, en las que dejó su impronta.

No quiero dejar pasar esta oportunidad para referirme a Teresa Gisbert como persona. He tenido el privilegio de estar muy cerca de ella; verla actuar en el trabajo, en la administración pública, en la cátedra, pero sobre todo como amigo tanto en el Chocolate de Abela como en innumerables viajes a través de Bolivia. Hija de inmigrantes españoles, doña Teresa es una boliviana ejemplar que ama apasionadamente este país, a pesar de los pesares. Es una mujer de una gran ternura, aunque a veces lo trata de disimular, no siempre con éxito. Mujer independiente, defensora de los derechos de la mujer sin caer en el feminismo estéril y facilón. Toda su vida ha tratado de conservar su individualidad (todos sus trabajos son firmados con su nombre de soltera); sin embargo, siempre ha tenido una relación excepcional con don José de Mesa, su esposo, con quien ha hecho la mayor parte de sus investigaciones. Es más, yo diría que doña Teresa es un ejemplo del amor que es para siempre, del amor que se da al tú, del amor generoso que siempre está dispuesto a dar.

Durante los ocho años que viví en La Paz, una vez por semana asistía con mi mujer al Chocolate de Abela, una especie de tertulia literaria de la que formaban parte, entre otros, los Mesa Gisbert. Esto me acercó mucho a Teresa y consolidó nuestra amistad que dura hasta hoy a pesar de la distancia.

Doña Teresa Gisbert Carbonell se ha dejado el pellejo por Bolivia, porque la ama apasionadamente. Doña Teresa Gisbert Carbonell sigue trabajando por Bolivia, porque es de las que piensa que obras son amores. Gracias a Dios, tenemos Teresa Gisbert Carbonell para rato.

viernes, 11 de noviembre de 2011

provoca estupor: ministra Salguero se gasta 50.000 dólares en la construcción de un stand y la demostración de 50 diablos en una exposición de libros donde expulsó al escritor A.Rodríguez autor del librito "evadas" como quién dice "melgarejadas" Pedro Shimose

Si ser ministro de Cultura de una República llamada Bolivia ya era una tarea harto compleja, ser ministra de Culturas del Estado Plurinacional debe de ser 36 veces más difícil. Quizás por eso, por el ministerio de las 36 culturas originarias han pasado, de 2006 a 2011, cuatro ministros, incluida la señora Elizabeth Salguero. ¿Se imaginan a la ministra peleando, como una fiera, por un presupuesto que satisfaga las expectativas de 36 naciones etéreas? ¿Se la imaginan haciendo encaje de bolillos para que el Ministerio de Economía le conceda $us 50.000 destinados a la presencia boliviana en la XXXI Feria del Libro de Santiago de Chile, donde el invitado de honor era nuestro país? ¿Se la imaginan intentando conseguir el apoyo del ministro Choquehuanca, enemigo declarado de los libros? Es posible que todo se solucionara gracias a la intervención del ‘vice’, que ese sí sabe de libros.
No soy de aquellos que desenfundan la pistola cada vez que se pronuncia la palabra cultura, pero me asustan aquellas ‘revoluciones culturales’ que hundieron en el horror genocida a Camboya y casi llevan al desastre a China Popular. Desde muchacho combato la ‘kultura’ (con ‘k’) y la ‘cultureta’ teledirigida por la propaganda, de modo que comprendo los agobios de la señora ministra, suplicando ayuda para que la presencia del libro boliviano en Chile sea un éxito. Así se explica que a la Feria del Libro de Santiago de Chile hayan ido 19 escritores y 50 críticos literarios disfrazados de diablos y caporales. A esa fiesta se incorporaron un festival de cine y dos exposiciones de tejidos tarabuqueños y fotografías promotoras de turismo.
Todo se justificaría si se tratara de un festival de la cultura boliviana, pero a ver: ¿qué hacen 50 danzarines en una Feria del Libro? ¿Cómo se explica un festival de cine en una Feria del Libro? ¿Y una exposición de fotos y tejidos artesanales? Solo les faltó montar un panel dedicado a la coca y a los autos ‘chutos’. Esta confusión, por supuesto, no refleja la confusión de una persona; refleja la imagen de un Gobierno confuso (el del MAS) y un pueblo (el nuestro) confundido por la impostura y la demagogia. De los $us 50.000 destinados a la Feria, 20.000 –según la ministra– se destinaron a pagar la instalación de la caseta (EL DEBER, 15/10/11) ¿Y cuánto nos cuesta “la comitiva de cinco personas del ministerio”? Conste que Chile nos regaló “el espacio físico” en la sede ferial, el alojamiento gratuito en hoteles de cinco estrellas (¿para cuántas personas?) y el transporte para el desplazamiento de los escritores invitados por la ciudad de Santiago. Al parecer, esto fue un sueño, porque el escritor Darwin Pinto Cascán “se quejó del trato que ha recibido la delegación (de escritores) por parte de las autoridades bolivianas (en Chile)” y añadió: “Es una vergüenza que nuestros escritores se estén buscando la vida en Santiago, después de que se anunciara a bombo y platillo su presencia en esta Feria” (EL DEBER, 06/11/11). Y aquí no acaba la cosa.
Mientras los escritores –según Pinto Cascán– “se estaban buscando la vida en Santiago”, la ministra de Culturas expulsaba del pabellón del Estado Plurinacional al escritor boliviano Alfredo Rodríguez, que andaba por allí promocionando –por su cuenta– su libro Evadas. Cien frases de Juan Evo Morales Ayma para la historia. Según el autor, la ministra, acompañada por una corte de funcionarios masistas, lo echó del pabellón plurinacional. De pronto, la ministra de Culturas se convirtió en ministra de Censuras. ¡Hay que ver! // Madrid, 11/11/2011.
  * Escritor

martes, 1 de noviembre de 2011

Claudio Ferrufino ha recibido el Premio Nacional de Novela Alfaguara 2011 por su obra "Diario Secreto". Nunca tan merecido por las innatas cualidades de la obra literaria del autor que reside en los EEUU

El Premio Nacional de Novela Alfaguara 2011 fue concedido ayer al escritor Claudio Ferrufino- Coqueugniot por la obra “Diario secreto”, que fue presentada bajo el pseudónimo “Margarita de Anjou” y que hace a su autor acreedor a 84.300 bolivianos.
El jurado, presidido por Wilmer Urrelo y compuesto por Alba María Paz Soldán, Homero Carvalho, Marcelo Villena y William Camacho, fue unánime al escoger la novela ganadora, que será editada tanto en papel como en ebook por Alfaguara.
Según el acta del fallo, la novela “se distingue por su planteamiento narrativo (relato fragmentario, irrupción de diversas voces), por la originalidad en el tratamiento del lenguaje (economía retórica, efectos sintácticos) y, sobre todo, por la confrontación con el lector al proponer una exploración de ciertas zonas oscuras del ser humano.”
Claudio Claudio Ferrufino-Coqueugniot nació en Cochabamba en 1960. Escritor y periodista, vive actualmente en Estados Unidos. Se doctoró en Lenguas Modernas luego de presentar “El señor don Rómulo” como tesis de curso de Honores. En 2009, obtuvo el Premio de Novela Casa de las Américas por “El exilio voluntario”. Ya antes, en 2002, fue distinguido con una segunda mención del mismo concurso por “El señor don Rómulo”. Publicó también la colección de cuentos breves “Virginianos”.
A continuación, una breve entrevista por correo electrónico lograda ayer con el escritor.

Los Tiempos (LT): ¿Cómo se enteró de que había ganado el premio?
Claudio Ferrufino (CF): Por una serie de llamadas. De La Paz a mi padre, en Cochabamba; de mi padre a mi mujer y así hasta llegar a mí, que conducía entonces hacia la estación de tren a dejar a una hija mía.
LT: En un diario se sobreentiende que hay confesiones. ¿De quién son las confesiones que hay en “Diario secreto”?
CF: Siendo un presunto sicópata no tendría que decir que ese Diario “secreto” es mío, aunque bien puede serlo en algunas instancias. Quizá decir que son confesiones múltiples, todas reales, oídas, leídas, vistas alguna vez.

LT: El jurado comentó que es una novela cruel y oscura ¿Está de acuerdo con esa descripción?
CF: Esa fue mi idea al escribirla. Y si el jurado la entendió así, creo que hice un buen trabajo.

LT: ¿Bajo qué circunstancias la escribió?
CF: La tenía programada, hasta desmenuzada en mi mente, y faltaba transcribirla.
LT: ¿Por qué eligió el pseudónimo de “Margarita de Anjou?
CF: Nombre circunstancial, de un texto histórico que leía en el momento. Tenía la novela abierta en el ordenador y pedían un seudónimo. Estaba allí, frente a mí. Y cierto que también quise despertar la curiosidad del jurado de cómo una mujer podía escribir cosas semejantes. Un divertimento…

sábado, 15 de octubre de 2011

Liber Forti. Algunos dicen que se bautizó así mismo como Libre y Fuerte, fundó Nuevos Horizontes en Tupiza. Consejero de Juan Lechín. Puntal del Teatro (Marcelo Suárez para El Deber)


Afirmar que Líber Forti es sinónimo de teatro en Bolivia no es una exageración. Este argentino que llegó al país siendo muy pequeño, no ha sido solamente un cultor infatigable del arte de las tablas, sino sobre todo un promotor incansable del amor por la vida y por la humanidad. Así lo pueden afirmar los que lo han conocido de cerca, como también los que solo tuvieron la oportunidad de conversar con él unos minutos, los suficientes para poder comprobar su la calidad humana. 

La presentación del libro Abeja Reina, de su amigo Eduardo Kilibarda (Forti escribió el prólogo) lo trajo esta semana a tierra cruceña, una circunstancia que se hacía propicia para abordar al connotado personaje convertido en una especie de leyenda viva de la  historia contemporánea de Bolivia.

Entrevistar a Líber Forti no fue tarea fácil. Todos los que en alguna oportunidad lo han intentado saben lo que eso significa. Su afán por mantener un perfil bajo y evitar aparecer en los medios se hicieron evidentes desde el momento en que Brújula le planteó la posibilidad de una entrevista. Forti le tiene una particular aversión a esa palabra, el prefiere entablar una charla, una conversación, razón por la cual también mira con recelo la reportera digital. El preferiría verla apagada.

Finalmente, sentado en uno de los salones del colegio Eagles, no deja que el aparato lo distraiga de lo que intenta decir. Su mirada delata las ganas que tiene de contar historias, de dejar fluir el torrente de recuerdos que se le agolpan en la memoria. Aunque en su piel lleve la marca de sus 92 años, sus ojos reflejan la vivacidad y la frescura de un hombre que parece recobrar energía con cada palabra, de una persona cuya vitalidad palpable es una confirmación de que logró superar el cáncer que le fue diagnosticado hace algunos años. “Un amigo me dijo: ‘A vos, carajo, te ha hecho bien el cáncer. Estás más activo que antes’. Y es así, es como que mi corazón está renaciendo. Cada día estoy en mejores condiciones”, expresó con seguridad.

Responsable, en gran parte, de ese renacimiento son sus ganas de seguir produciendo, su afán incansable por trabajar y su inquietud por concretar los proyectos que rondan por su mente.
Uno de ellos, que lleva adelante con Kilibarda, incluye la creación de una escuela de teatro, de circo, de cine y de títeres en Tupiza. La coordinación de esa tarea ha sido una de las razones por las cuales ha permanecido en los últimos días en la capital cruceña.

Aunque Forti no conserve un orden o secuencia lineal al hablar de su vida y trayectoria, mantiene una coherencia en cada anécdota e historia que narra con una envidiable precisión al momento de referirse a fechas, lugares y nombres de personajes. “He nacido en Tucumán, 15 cuadras más abajo de Tupiza, cosa de la que no tengo la culpa. Llegué por primera vez a Bolivia con mi padre y madre cuando tenía cuatro años. Pero yo soy de acá, soy boliviano”, enfatiza Forti, a la vez que recuerda que sus inicios teatrales se remontan a la década de los 30, cuando pasando clases descubrió el universo de la poesía sin aún saber que ese mundo poético también lo llevaría por el camino de las luchas sindicales.

Una maestra preguntó a los alumnos si alguien quería declamar; Líber se ofreció inmediatamente. “Por eso me eligieron para una comedia de teatro. Nos presentamos con la poesía La patria de mis sueños y un poema inédito de Ricardo Jaimes Freyre.

Años después nos trasladamos a Tucumán con mi padre y en una reunión de anarquistas me preguntaron: ‘¿Sabés recitar?’, yo dije que sí, que sabía La patria de mis sueños. Los anarquistas me dijeron: ‘No, no, no, esas cosas patrioteras no’. Yo les dije que no era patriotera. Ellos dijeron: ‘Bueno, confiamos en vos’. Luego de la recitación, bajé del escenario y el amigo de mi padre dijo que yo era candidato para el teatro del sindicato”, relató.

Para Líber Forti, su entrada al mundo del teatro fue gracias a la poesía, porque sostiene que si no hubiera recitado esa noche nadie lo habría visto. Por eso el primer grupo teatral que integró fue el del sindicato de la Federación Obrera Regional Argentina. Fue así que el teatro y la sensibilidad hacia la existencia de la gente siempre fueron de la mano.
Todo lo demás se dio casi por añadidura. Emprendió su propio rumbo y en el año 1945 creó un grupo de radio-teatro en Tupiza en condiciones difíciles, como en la mayoría de las veces, siendo pionero de este género en las radios rurales del país.

Al año siguiente nació el proyecto que lo hizo conocido, admirado y, sobre todo, querido por mucha gente: el grupo teatral Nuevos Horizontes. “En Potosí comenzamos a hacer teatro a 5.450 metros sobre las lágrimas del mundo. Luego cruzamos caminos de  nieve, entre el frío y el viento con la consigna de llevar el teatro allá donde nunca había ido”, explicó.
Esa empresa le valió ganarse el aprecio y simpatía de los mineros, como también de gente de todos los rincones del país adonde la compañía llegaba con sus espectáculos. “En Tarija cruzamos el río Pilcomayo para una función, en Camiri presentamos una obra de teatro por primera vez.  No importaba que tan desfavorables fuesen las condiciones; de una u otra forma el teatro era una realidad en cada pueblo”, rememora Forti

En 1956, la compañía vio cómo su labor lograba ampliarse al salir el primer número de la revista Teatro, un producto del conjunto Nuevos Horizontes, que se convirtió en la única publicación dedicada a la actividad teatral a mediados del siglo XX. La revista nació gracias a los conocimientos en el manejo del linotipo de Forti, que  trajo una imprenta desde Argentina por tierra, a  lomo de mula.

El fundador del elenco conserva hasta hoy un ejemplar de ese primer número, como también de todas las ediciones anteriores. En marzo de este año apareció el número 23 de Teatro, el cual contiene colaboraciones de personajes de las tablas nacionales como Hugo Francisquini, Marcelo Alcón, Freddy Chipana y Roberto Crespo.

El cruce de caminos y culturas y su vocación de servicio lo llevó a ser asesor cultural de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia, además de otras organizaciones sindicales a las que generosamente prestó todo tipo de asesoramiento casi siempre ad honorem, siendo recordado por ser amigo y consejero del célebre líder obrero Juan Lechín Oquendo.
Su fervor le hace vibrar de emoción cada vez que recuerda las gestas libertarias que le valieron ser detenido, exiliado y maltratado en diversas circunstancias de la agitada vida política nacional. No obstante, no hay rencor en su expresión sino mas bien el regocijo de un luchador de muchas lides que aprecia el don de seguir trabajando en lo que más ama y no puede dejar.
“Como el teatro nunca me dejó, yo tampoco lo puedo dejar. Por lo general, a la gente del teatro la une un cierto tipo de locura, pues éste le devuelve la ternura a los seres humanos, los hace ser mejores con sus semejantes. La función del teatro no es convencernos de nada, sino conmovernos de todo. Desde el escenario fluye una serie de sensaciones que hacen emocionar al público al punto de que la gente termina respirando por el corazón. Yo no veo el teatro de otra forma”, sentenció el dramaturgo.
Lo suyo es enseñarArturo Lora /ActorAunque  no le guste reconocerlo, es el líder y figura central en esta página de la historia del teatro en Bolivia llamada Nuevos Horizontes. Líber Forti es el hombre que aglutina a todos y,a la vez, es un compañero más que continúa con el trabajo de la compañía enseñando con un sello muy personal.
Yo soy resultado de ese su afán de transmitir conocimiento, pues tuve la suerte de ser su director asistente en 1990 y aprendí de su método de trabajo.
El espíritu que lo mueve es el amor a la vida y al ser humano, como parte de una filosofía que dice que lo más importante es enseñar a enseñar.  

Lo distingue su humildadMarcelo Araúz / Gestor culturalEs uno de los puntales del teatro boliviano, cuyo gran mérito fue haber convertido en centro de la actividad teatral y cultural a una ciudad como Tupiza, que en su época fue  muy próspera. Cuando fui director de la Casa de la Cultura lo traje varias veces para que dé cursos y talleres a los jóvenes, pues sabía de su vocación y su particular interés por compartir sus conocimientos.
En APAC hemos querido varias veces entregarle los premios que damos en los festivales de teatro, pero él se ha negado, no por desprecio, sino por ese perfil bajo y esa humildad que siempre lo ha caracterizado. 

Es un ser excepcionalRené Hohenstein / Director de CasateatroCuando empecé a hacer teatro había dos nombres que me daban vueltas: Líber Forti y Nuevos Horizontes, dos referencias esenciales a la hora de hablar de la historia del teatro boliviano.
Se trata de un personaje que ha trascendido gracias a su búsqueda y su llegada a tantas generaciones. Líber Forti, para mí, siempre fue un mito, a pesar de que mantengo una amistad con él desde hace más de 20 años, durante los cuales aprendí a conocer a un gran humanista, a una persona que ha vivido de todo, que no se detiene y sigue trabajando. Realmente, es un ser excepcional.

jueves, 6 de octubre de 2011

de ochenta años Tomas es sicólogo y poeta. ha escrito quizá 30 libros de poesía en su refugio de Estocolmo. quedó semiparalizado y sin habla a raíz de una enfermedad sin dejar por ello de hacer versos. primer sueco que recibe el de literatura, aunque antes hubo otro pero compartido


El poeta sueco Tomas Transtromer ganó el premio Nobel de Literatura del 2011 debido a sus obras surrealistas sobre la mente humana, que le han valido elogios como uno de los más importantes escritores escandinavos desde la Segunda Guerra Mundial.
Según la Academia Sueca, el autor de 80 años de edad se merece el galardón "porque, a través de sus imágenes condensadas, translúcidas, aporta un acceso nuevo a la realidad".
En 1990, Transtromer sufrió un derrame cerebral que lo dejó semiparalizado y le privó del habla, aunque continuó escribiendo y publicando una colección de poemas _ "El gran enigma" _ en el 2004.
"Caminar es un salto en paracaídas de los sueños. Libre de la sofocante turbulencia en la que se hunde el viajero hacia la zona verde de la mañana", escribió en ese poema. "Se incendian las cosas. Desde el punto de vista de la penumbra está al tanto de los enormes sistemas de raíces de los árboles, sus lámparas oscilantes subterráneas. No obstante, en la superficie _ una inundación tropical de ello _ con los brazos levantados, escuchando al compás de una bomba invisible".
Transtromer había sido el favorito permanente para recibir los 10 millones de coronas suecas (1,5 millones de dólares) que acompañan el galardón, y en los últimos años los periodistas suecos aguardaron frente a su apartamento de Estocolmo el día en que era anunciado el premio de literatura.
Entre las obras más destacadas de Transtromer figura la de 1966 "Ventanas y piedras", sobre temas emanados de sus viajes y "Bálticos", de 1974.
Sus obras han sido traducidas a más de 50 idiomas e influyeron en poetas de todo el mundo, especialmente en América del Norte.
"Ha escrito poemas desde 1951 cuando hizo su debut. Y tiene realmente una pequeña producción", dijo el secretario permanente de la academia, Peter Englund.
"Ha escrito sobre los grandes temas. Escribe sobre la muerte, escribe sobre la historia y la memoria, y la naturaleza", agregó Englund.
Transtromer es el primer sueco que recibe el premio de literatura desde que Eyvind Johnson y Harry Martinson lo compartieron en 1974.
Según Englund, la academia es especialmente cautelosa a la hora de distinguir a los escritores suecos, por temor a ser considerada partidista.
"Por ello creo que hemos tenido extremado cuidado y no nos hemos apresurado", agregó el jueves Englund.
Desde la década de 1950, Transtromer mantuvo una estrecha amistad con el poeta estadounidense Robert Bly, que tradujo muchas de sus obras al inglés. En el 2001, la editorial sueca de Transtromer _ Bonniers _ publicó la correspondencia entre ambos escritores en un volumen titulado "Air Mail" (Correo aéreo).
A principios de año, Bonniers sacó una colección de sus trabajos entre 1954 y el 2004 en honor del 80mo aniversario del poeta.
Nacido en Estocolmo en 1931, Transtromer creció con su madre _ maestra de profesión _ tras el divorcio de su padre _ un periodista. Comenzó a escribir poesía mientras estudiaba en la escuela Sodra Latin de Estocolmo y debutó con una colección titulada "Diecisiete poemas" a los 23 años.
Recibió una licenciatura en sicología de la Universidad de Estocolmo y luego dividió su tiempo entre la poesía y su trabajo como sicólogo.
La firma de apuestas británica Ladbrokes dijo que las pujas de último momento hicieron de Transtromer el favorito por 4/6 para ganar el precio.
"Era el segundo favorito y permaneció de forma destacada" hasta el final, dijo el vocero Alex Donohue.
"Esta mañana pasó a ser el favorito tras las apuestas de último momento, varias de ellas procedentes de Suecia", indicó.
El premio Nobel, considerado uno de los galardones mas importantes de la literatura, es otorgado solamente a autores vivos, aunque en algunos casos desata encendidas polémicas.
Algunas de sus selecciones anteriores fueron poco conocidas incluso para los eruditos en literatura, aunque otros gozaban ya de fama universal.
Entre los autores que nunca lo recibieron figuran el escritor argentino Jorge Luis Borges, el ruso León Tolstoy, el francés Marcel Proust, James Joyce y Graham Greene.

martes, 27 de septiembre de 2011

conmovedor, tierno y sentido homenaje de Alfonso Gumucio a su entrañable amigo Renato Prada quién fuera mi profesor de filosofía en la U. Católica fallecido en México hace poco








En 1969 fue el primer escritor boliviano que obtuvo el prestigioso Premio Casa de las Américas, por su novela Los fundadores de alba. El libro ganó ese mismo año el Premio Nacional de Novela Erich Guttentag en Bolivia, consagrando a Renato Prada Oropeza como uno de los principales narradores de su generación.


Alejo Carpentier, el gran escritor cubano, dijo en nombre del jurado del Premio Casa de las Américas: “El jurado de novela hubo de considerar, este año, numerosas obras enviadas al concurso. Pronto, la atención de los jurados se fijó en el texto de Los fundadores del alba. Era evidente que enLos fundadores del alba un tema nuevo irrumpía en el epos de la novela latinoamericana: el tema de las guerrillas revolucionarias -en este caso, de las guerrillas bolivianas, dramáticamente actualizadas ante la expectación mundial, aunque en fecha todavía reciente, por el extraordinario documento histórico que es el Diario del comandante Ernesto Che Guevara. El propósito era interesante en extremo, aunque bien sabíamos que en literatura no bastan buenos propósitos para hacer obra buena. La lectura y relectura del manuscrito entero no tardó en convencernos, sin embargo, que nos hallábamos ante una obra de muy alta calidad, enriquecida por grandes aciertos de factura”.



Lo interesante es que Renato empezó a escribir la novela antes de que se supiera que el Ché estaba en la guerrilla boliviana.


Otro miembro del jurado, Mario Vargas Llosa, escribió: “Era fácil caer en la demagogia estilística y en el maniqueísmo al abordar un tema como el de las guerrillas, pero el autor, pienso, ha sorteado bien esas tentaciones, esforzándose por mostrar las motivaciones y convicciones íntimas de todos los personajes, de una manera objetiva y equilibrada”.


Si Renato hubiera empezado a publicar unos pocos años antes, sin duda hubiese sido considerado parte del “boom” de la literatura latinoamericana junto a los dos grandes autores citados anteriormente, y a muchos otros de esa generación.


De esa época, siento especial preferencia o debilidad por Ya nadie espera al hombre, que obtuvo en 1968 el Premio Nacional de Cuento Edmundo Camargo. Los cuentos de ese libro impactaron a mi generación.



Lovaina, 1972

Lo que vino después es una carrera literaria y de investigación muy sólida que llevó a Renato Prada de Cochabamba a Roma (donde completó un doctorado en filosofía en 1972), de Italia a Lovaina (donde hizo un doctorado en lingüística en 1976), y de Bélgica a Xalapa, México, donde fue durante 35 años investigador y profesor en la Universidad Veracruzana y en la Universidad Autónoma de Puebla.


Un itinerario de más de 40 años a través de 30 obras publicadas: 5 novelas, 8 libros de cuentos, 2 poemarios, 15 estudios sobre teoría literaria, además de muchos ensayos breves, cuentos dispersos en revistas y antologías, traducciones, ponencias y conferencias magistrales en evento, y guiones de cine para su hijo Fabrizio. La lista de premios y distinciones recibidas es también amplia. Todo eso está en su página web, desde donde nos mira fijamente a los ojos.




Alfonso Gumucio y Renato Prada, 1972


Para volver a encontrar el inicio de mi amistad con Renato tengo que perderme en el pasado, y sumar sin pudor unas cuatro décadas. Conservo unas fotos en blanco y negro que nos tomamos en su casa en Heverlee, en las afueras de Lovaina, Bélgica, cuando lo visité en noviembre de 1972. Las dedicatorias que conservo en sus libros son testimonio de otros encuentros en otras latitudes.


En mi primer libro, Provocaciones (1977) incluí una conversación en la que Renato habló de su temprana vocación literaria: “Había leído más de diez veces Martín Fierro, y era el libro que me gustaba más. Impresionado por la novela fácil de Hugo Wast, por ejemplo Miriam la conspiradora, empecé a escribir una novela. Creo que llegué a las cien páginas, pero lamentablemente no se concretó; seguramente no tenía ningún valor literario, pero por lo menos un valor sentimental para mí. Esto pasó cuando tenía aproximadamente doce o trece años, lo recuerdo bien porque escribí durante toda una vacación de invierno y pensaba terminar la novela para la vacación final, pero se me olvidó como tantos otros proyectos.”


Se refirió también a la presencia permanente de la muerte en su narrativa: “Es un denominador común en casi toda mi obra porque pienso que la muerte es una constante del hombre. Si hablo en este instante es porque defiendo una actitud de cara a la muerte. En cuanto a las otras preocupaciones, son las que nos distraen de la idea de la muerte, que es la esencial. No quiero decir que debamos andar vestidos de negro pensando en que la vida ya no tiene solución, sino que lo importante es jugar el juego de la vida con sus limitaciones, luchando por el ordenamiento de la sociedad, la justicia social radical, etc. Una forma de luchar contra esta amenaza individual que es la muerte es unirse en sociedad.”



Renato Prada en Xalapa, Veracruz, en 1982

Cuando le pregunté cómo quería que su obra fuera valorada expresó: “Yo quisiera que mi aporte, al lado del de otros escritores, fuera fundar una narrativa boliviana con caracteres universales, a partir de una temática nacional, pero con un lenguaje que sea comprensible a cualquier hombre.”


Diez años después de aquellas fotos borrosas de Lovaina, en 1982, fotografié de nuevo a Renato en Xalapa, México, y una de esas fotos mexicanas fue la que escogí para incluirlo en la serie de 50 retratos de escritores, artistas y políticos que exhibí en La Paz y Cochabamba el año 1990, con el título “Retrato Hablado”.



Renato Prada Oropeza en la UNAM, México, en 2009

Tantas idas y venidas, como dice la cueca, y volvimos a coincidir en México en 2009. En ocasión de una conferencia que dio en la Universidad Nacional Autónoma de México, lo fotografié esta vez con el telón de fondo del edificio de la biblioteca de la UNAM, completamente cubierta por un mural en mosaico de Juan O’Gorman.


El 30 de junio vino a casa y su visita quedó plasmada en una foto delante de un cuadro de Raúl Lara, (quien falleció hace pocas semanas). Ese día nos dejó una nota hermosa, unos versos: “Los dedos de la lluvia / –inocentes y tiernos- / tamborilean en los cristales / en la amplia y acogedora sala / desde el marco de un cuadro / nos escruta el rostro severo de Van Gogh / la ternura de Katy / la siempre fiel amistad de Moro / todo me cobija con el nido de la amistad / Esa escena con cuatro actores / quedará en mi memoria / como un tiempo que vence / al tiempo”.


Renato hizo la mayor parte de su vida literaria y académica fuera de Bolivia, como les ha tocado a otros escritores bolivianos que han encontrado fuera del país las oportunidades de investigar, escribir y publicar que nunca tuvieron en Bolivia. Nuestro país no es generoso con la cultura y el arte, y no es agradecido con sus grandes artistas e intelectuales. Tantos son los que de haber tomado la decisión de dejar el país, se hubieran salvado del olvido.


Todo Lo anterior importa porque Renato Prada Oropeza, amante de la literatura y del cine, amigo entrañable, nos ha dejado. Murió en Puebla, México, el viernes 10 de septiembre, rodeado por Elda, su esposa durante 45 años, y sus hijos Ingmar el científico, Fabrizio el cineasta e Ixchel la artista creativa, quien llegó urgentemente desde Londres. Apenas sintió su mano, Renato supo que estaba completo, dejó rodar una lágrima y se fue en paz. (En la transcripción se alteró el orden de las imágenes por lo que pedimos mil disculpas. El texto completo y las fotos en orden se pueden ver en: http://boliviaprimeraplana.blogspot.com,  (Bitácora Memoriosa)

lunes, 26 de septiembre de 2011

fascinante. el idioma español favorito en Francia y en Suecia ocupa increíbles porcentajes de estudiantes que lo aprenden en todos los niveles


El español es la segunda lengua extranjera más estudiada, después del inglés, en los centros de enseñanza primaria y secundaria de Francia y Suecia, según datos difundidos hoy por la oficina de estadística comunitaria (Eurostat).
El 15 % de los niños franceses y el 16 % de los suecos estudia español en primaria, mientras que en secundaria el porcentaje asciende al 65 % y al 43 %, respectivamente.
El español también es el segundo idioma extranjero más estudiado en la enseñanza primaria y durante el primer ciclo de secundaria en las escuelas de Reino Unido, después del francés, aunque durante el segundo ciclo de secundaria los alumnos británicos optan en su lugar por el alemán.
La estadística, que recoge datos de 2009, pone de relieve la total supremacía del inglés como lengua extranjera más estudiada en los Veintisiete (lo estudia el 82 % de los alumnos de primaria y de primer ciclo de secundaria y el 95 % de los estudiantes de los últimos años de la secundaria).
Malta, España e Italia son los países donde más alumnos estudian inglés (100 % en el caso de Malta y 99 % en el de los otros dos países).
A nivel de la Unión Europea (UE), el segundo idioma extranjero más estudiado en la escuela primaria y el primer ciclo de secundaria es el francés (16 %), mientras que el alemán se impone en el segundo ciclo de secundaria (27 %).
El español ocupa la tercera posición como segundo idioma más hablado en la UE (lo aprende el 6 % de los europeos en primaria y al comienzo de la secundaria, y el 19 % de los alumnos de los últimos años de secundaria).
En España el inglés es el idioma extranjero más estudiado tanto en primaria como en secundaria, mientras que el segundo puesto lo ocupa el francés.
El 99% de los niños españoles estudia inglés en primaria, porcentaje que en los últimos años de secundaria se sitúa en el 94 %.
El francés lo estudia el 18 % de los niños en primaria y el 27 % de los alumnos de los últimos años de secundaria.
Los datos se dieron a conocer con ocasión de la celebración hoy del Día Europeo de las Lenguas.

viernes, 23 de septiembre de 2011

enaltece al teatro boliviano que la familia Travesí, conserve el festival de Teatro superando todo obstáculo y hubiese llegado a la versión XX. Julio Travesí estará contemplando feliz ese desarrollo desde el más allá

Quince elencos de Cochabamba, Santa Cruz, Chuquisaca y La Paz participarán en el XX Premio Nacional de Teatro “Peter Travesí Canedo”, acontecimiento que será inaugurado el domingo 25 de septiembre, a las 16:00 horas, en la plaza principal “14 de Septiembre”.

El acontecimiento, organizado por la Oficialía Superior de Cultura de Cercado, la Gobernación, el Instituto Boliviano del Arte y otras entidades, se extenderá hasta el viernes 30 de septiembre, con funciones en diferentes horarios a efectuarse en el teatro Achá (calle España entre Heroínas y Bolívar) y en el teatro Adela Zamudio (Av. Heroínas casi 25 de Mayo).

El responsable de Políticas Culturales de la Oficialía, Marco Antonio Marín, señaló que para la inauguración se ha previsto un espectáculo de teatro callejero a cargo de La Murga del Teatro Trono, así como la actuación de la agrupación Quimbando.

Posteriormente, desde el lunes se dará paso a las actuaciones de los elencos seleccionados.

PARTICIPAN  Teatro Grito (La Paz), Títeres El Kusillo (Cochabamba), Compañía de Teatro Claudia Eid (Cochabamba), Urgando Teatro (Sucre), De Trapitos y Botones (Cochabamba), Madrastra Teatro (Cochabamba), Teatro Bogatir (La Paz), Teatro Trono (Cochabamba), Baúl Teatro (Santa Cruz), El Kunker (La Paz), Albor (La Paz), Entre dos Aguas un Teatro (Sucre), Teatro Feroz (La Paz) y Teatro con Leche (Santa Cruz).

Tales agrupaciones, informó Marín, fueron seleccionadas en semanas pasadas por un comité seleccionador invitado por la Oficialía y confirmado por Luis Bredow, Hernán Medrano y Grober Lore-do. 

Marín destacó la diversidad de propuestas que traen los grupos, entre teatro callejero, juvenil, títeres para niños y otros géneros.

Cada elenco seleccionado será galardonado con un premio de Bs 4.200, cumpliendo los términos de la convocatoria de la actividad, que como en años pasados no tiene un carácter competitivo, sino más bien de encuentro escénico.

El funcionario informó además que el Premio -a excepción del lunes cuando se efectuará una sola función a las 20:00 horas en el Adela Zamudio- ofrecerá funciones a las 10:00, 19:00 y 20:00 horas.

Por la mañana, el acontecimiento se trasladará a diferentes unidades educativas, donde se llevarán a cabo funciones gratuitas.

Quienes deseen mayores informes pueden visitar el sitio web: cochabambateatro.blogspot.com.

ANTECEDENTES El 4 de noviembre de 1990, el Congreso Nacional sancionó la Ley No. 1190, mediante la cual se instituyó el Premio Nacional de Teatro "Peter Travesí Canedo", como medio de estímulo a la actividad teatral en Bolivia, además de premiar a lo mejor de las puestas en escena en el país durante el año.