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viernes, 15 de octubre de 2010

medio en broma, medio en serio el gran poeta Pedro Shimose desde Madrid pronostica que a Evo jamás le darán ningún Nobel y explica las razones

Todo vasallo bien informado sabe que quería ser Jefazo y lo consiguió; quería una Asamblea Constituyente y la consiguió; quería una Constitución y la consiguió; quería liquidar la República y lo consiguió; quería dividir Bolivia en 36 ayllus y lo consiguió; quería un avión para él solito y lo consiguió; quería un Doctorado Honoris Causa y consiguió cinco; lo que no ha conseguido todavía es el Premio Nobel de la Paz.
Como no cree en los Reyes Magos porque son amigos del cardenal Terrazas, cada año le escribe a Papá Noel pidiéndole que ilumine a la Academia noruega (el Nobel de la Paz lo concede Noruega) para que le regalen el Premio Nobel de la Paz, ése que acaba de ganar el chino Xiabao. La noticia lo ha deprimido tanto que reunió en el Palacio Quemado a los ‘pollos de granja’ para compartir con ellos sus cuitas: “He llegado a la conclusión – dijo – de que el Premio Nobel de la Paz jamás va a ser para movimientos sociales o personalidades anticapitalistas y antiimperialistas. De eso estoy convencido”. Eso dicen que dijo. Ningún corresponsal de guerra osó formularle preguntas, por si acaso. Ni pío.
Por primera vez y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con el Jefazo: el Nobel de la Paz no se lo darán, pero no por lo que él se imagina. A los académicos noruegos les importa un guapomó que el Nobel de la Paz recaiga en un capitalista o en un antiimperialista. En 1973 se lo dieron al capitalista estadounidense Kissinger, compartido con el antiimperialista vietnamita Le Duc Tho. El vietnamita lo rechazó.
Pero el Presidente plurinacional no rechazaría el Nobel de la Paz. Él quiere ese premio; sueña con el Premio Nobel de la Paz. Alguien le ha soplado al oído que si los negros Martin Luther King, Nelson Mandela y Barack Obama lo obtuvieron, ¿por qué no lo puede conseguir un ‘indio’ de Orinoca? Lo que el Presidente no comprende es que Luther King, Mandela y Obama no lo consiguieron por ser negros.
Para desgracia del aspirante plurinacional, los académicos noruegos saben que Evo es amigo del pacifista iraní Mahmud Ahmadinejad, que quiere borrar del mapa a Israel; saben que es amigo de Hugo Chávez, otro pacifista. Saben también que el aspirante plurinacional al Premio Nobel de la Paz acaba de pedir un crédito a los rusos para modernizar sus Fuerzas Armadas. Los académicos noruegos – que son académicos, pero no tontos – saben que el Estado Plurinacional no está en guerra. Y si no está en pie de guerra, ¿para qué quiere Evo modernizar la milicia plurinacional? Según la agencia de noticias EFE, Evo solicitó a Rusia un crédito de 250 millones de dólares para adquirir, entre otras cosas, ocho aviones Antonov e instalar, en Cochabamba, “un centro de reparaciones para este tipo de aviones, con cobertura a toda Latinoamérica, con un costo de cinco millones de dólares”. Con estos antecedentes, ¿cómo se puede aspirar al Premio Nobel de la Paz?
Pero eso no es nada. Lo que más impresionó a los académicos noruegos fue el video del partido de fútbol entre el equipo Sin Miedo, del alcalde paceño, y el del club Da Miedo, del presidente Evo. Juzgan que el rodillazo del Presidente a un rival lo descalifica para optar al Premio Nobel de la Paz. Creen, incluso, que lo descalifica ante la afición futbolera para un tercer mandato presidencial, con trampa o sin trampa, con réferi comprado o como sea. // Madrid, 15.10.2010. *Escritor