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martes, 15 de abril de 2008

todavía más poetas y poesías del período actual

Sólo poesía boliviana. (II)
Eduardo Mitre
Compartí la mesa familiar, aquí y allá, de su exquisita fibra literaria han surgido obras como Mirabilia, Morada, Razón Ardiente, Desde tu Cuerpo, Arbol y Piedra. Se caracterizó por la síntesis no carente de lirismo. Refiere que estando como estudiante en París durante las manifestaciones por el Che, (octubre de 1968) participó involuntariamente en las protestas donde fue fotografiado por la secreto y luego incomunicado aunque no por mucho tiempo al comprobarse su total inocencia. Estudió en EEUU y Europa y es profesor itinerante, sin dejar de visitar en cuanto puede su ciudad natal Oruro y Cochabamba donde pasó su niñez y juventud.

POEMA 1
Agua que muere con la sed que apaga.
Agua que preserva la sed que apaga.
Milagro impar. Destino limpio. MujerÖ
Corola del Universo defendida por pétalos secretos
POEMA 2
Espejo de miradas en que nunca me repito
Parábola incesante. Red de ritor
Ella se desnuda de modos tan distintos
Me faltará vida para probar todos sus vinos
POEMA 3
En vano es mío el humo
En que te uvido y me cenizo.
Volver atrás, amor, no tiene sol
Ni sangre ni camino.
No tiene sino un rostro parecido
Sin ojos que te miran,
Sin voz que te responda.
Un rostro: sombra y frío.
Recordar es pedir la luna al río
POEMA 4
No en el viento, en mí te has ido.
No en la sombra en mí te has has concluído.
Los recuerdos con como las nuves:
Posada para los ojos que recorren un cielo perdido
CITA
Cielos, siglos antes de ahora
Ya veníamos a la luz esta mañana.
Tù, por un rosario de palomas
Milagrosamente encadenas. Yo,
Por una rama de halcones con nostalgia.
Ya veníamos. Ya venía la piedra
A ser esquina, el algodón tu falda.
Así es, amor, así y, sin embargo,
No nos salva. No nos salva de maña.
No nos salva la sonrisa
Que tu rostro me declama

Jorge Mancilla Torres
De familia minera, su padre y hermanos mayores, nacido en Llallagua. De chispa humorística ofreció su colaboración desde el colegio Primero de Mayo a Radio Pío XII, junto al entrañable Emilio Mendiola (mi ahijado de bachillerato) para realizar un programa vernacular “ríase en quéchua”. Utilizó la sátira populachera para saherir a la dirigencia comunista especialmente troskista del sindicato de mineros cuya expresión era su emisora propia “la voz del minero”. Algo más tarde desde la acera de enfrente formó con los extremos, expulsado de Bolivia después de la derrota de Juan José Torres se asilo en México donde ha ofrecido susotras De puño y letra, Huelga de Hambre.
PRIMERA PUNTA
Se pasaba el tiempo engullendo sueños
Con la coracidad de sus diez años,
Ser supermán y otros riesgos pequeños
Tales como invadir mundos extraños
Un día se alejó de la rutina
Buscando una aventura verdadera,
Se introdujo sin temor en una mina
Jalando un camioncito de madera
Embelesado con su propia audacia
Siguió adentrándose en aquel misterio
Pendiente de una luz o una desgracia.
Se quedó el camioncito sin sendero,
Se miró el niño amargamente serio
Y dijo con terror: Ya soy minero...

Sara María Vásquez
Poeta de zepa, se ha gando merecidos lauros tanto en su ciudad natal como en Cochabamba y La Paz. Desde Lejos su libro también escogido nos muestra cómo le es familiar la prosay el soneto. Unida a un conocido periodista cochabambino compartió sus grandes creaciones y fue tan activa como él en el círculo de amigos.
AUSENCIA
Hay hálito de pétalos dormidos en húmedos jardines
Y es el aura una esencia entre las sombras tímidas.
Se arrebuja la tarde como paloma gris
En el nido cercano de la noche,
Su pupila desteñida y su párpado azul cierran el día.
Ha iniciado la luna una congoja
En su canto de luz y de penumbra
Mientras el grillo ensaya
En su rincón de musgo su copla desvaída
El nudo incipiente de una lágrima
Enreda la garganta y en la ventana
Inútil de la espera, la ausencia esconde
Un nombre de tres sílabas

Pedro Shimose
Nacido en Riberalta en 1940 vive en España aunque no deja de volver a la Patria a la que dedica gran parte de su producción literaria. “Pedrito” como siempre le llamábamos familiarmente tanto en la redacción de Presencia como dentro de Acción Católica se convirtió en discípulo predilecto del gran Juan Quiroz el sacerdote poeta que asumió “Presencia Literaria” en que Pedro volcó todo el ímpetu de su producción juvenil. Poeta mayor ha llenado sus estantes de trofeos, participó en los juefos florales y certámenes internacionales de poesía. Sus libros que son muchos Triludio en el Exilio, Saronia, Poemas para un Pueblo, Quiero escribir pero me sale espuma hablan de su enorme capacidad, de la limpidez de su espíritu de la línea de servicio que mostró toda la vida.
ROMANCE DEL VALLE
De una eternidad a otra voy contigo,
Entre mis manos eres
como una lágrima que tiembla y corre
por la choza de los pobres,
cántaro de humus y cenizas,
resurrección del sol en las cebollas, eres
vida, muerte y destierro,
y yo soy el vencedor del tripo y la amapola
el vencedor del fuego.
Me has amado
Con el girasol y los duraznos,
Sobre piedras, entre espinas,
En el api caliente, en el quesillo,
En el humo que circula por tu cuerpo,
Me has amado
En el choclo, en el tamal y las humintas
Por las madrselvas y las buganvillas
Que trepan por los muros de tu sangre,
Me has amado
Con la fuerza de las rosas y las campanillas,
En el canto del mirlo
Y el arrullo de las palomas,
Me has amado
Desde que llegaste por las tinajas de la noche
Fermentando tu licor dorado
Y encendiendo funerales en mi cuello,
Me has amado
Por la cerradura de tus ojos ciegos,
Al calor de las fogatas y los gritos
Con una cueca en la chicha y un carbón en las guitarras,
¡hay los charangos y el aire del remolino!

Revientas en pájaron y abejas
Y cantas
Como todas la cosas en mi alma.
Floz de azahar, limonada,
Desde la serraia, serrana
Desciendo por tus espigas y tus molles
Y me adormezco en la corola
De tu valle de tréboles y nardos,
Y viene el viento con su cesta de polen y semillas,
Y las uñas del acero te penetran
Y te rasgan el pecho y te desatan las trenzas.
¡La vlave de tu luz por el sombrero,
Por el licor de las flores
Y el aroma de los huertos!
¡Zapateo, polvo, abarcas,
Por el horno y las hogeras!
¡Ay corazón de paso
Dormido en picaflor y carne de membrillo!
Por la acequia
Van los mulos de la lluvia
Con sus canastos mojados,
Por los equipos
Van las nostalgias de los campesinos,
Arden las calchas en las carabinas,
Y se apagan las ceibas y las piñas,
Por el albarillo
Se va el agua al río, al río, al río
¡como crece tu amor en el amor mío, amor mío!
¡cómo crece la patria en tu cuerpo de molles trinadores!
Y el fuego que madura en los geranios,
que sangra oscuramente en las higueras,
toda tu fuerza, toda tu bravura,
te caminan, ¡oh valle! por las ollas
que hierven todo el oro de la vida.

Me olvido del canto del tarajchi,
Me olvido que tú siembras abundancia
En los surcos abiertos del verano,
Me olvido
Que la lluvia te da secretamente
Su alimento de música y luceros,
Me olvido de la noche y sus panteras,
De la luna y las violetas,
De tus fiestas tus golondrinas
Cuando el dolor del hombre
Hiere la frescura del rocío
Y los rostros de la ira
Son un rojo canto de exterminio.