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martes, 30 de abril de 2013

Jesús Urzagasti murió de repente. su ausencia de las letras es sentida por las virtudes que exhibió en vida. junto a Juan Quiroz de Presencia profundizó en las letras y produjo prosa y poesía no tan conocida como reclama su ilustra memoria. LTD (subeditorial)


Si un concepto puede definir a Jesús Urzagasti es que siempre buscó la esencia. No sólo en la novela y la poesía, sino también en la vida cotidiana y, fundamentalmente, en el periodismo, con el que estuvo relacionado desde que joven, recién llegado a la sede de gobierno desde su amado Chaco, ingresó en el periódico Presencia.
Solitario participante en los más célebres lugares de tertulia, Jesús mostraba en la vida una formidable y consecuente actitud de humildad que sólo puede ser apreciada en los espíritus amplios y que no fue modificada por el éxito, por más serio que éste fuera. Generoso con los más, alentaba a sus pares y a quienes venían tras él a ingresar provistos de pacíficas armas en el duro y complejo proceso de la creación literaria. Como expresión de esa posición, también fue un leal, pero contundente crítico, que siempre se refirió a la esencia del objeto a interpelar sin personalizar el análisis.
Y en el periodismo, hizo suyo el lema del periódico en el que trabajó la mayor parte de su vida: la búsqueda de la verdad. Era riguroso en la cobertura de las noticia y en la elaboración  de las notas, y en el campo de la opinión, siempre mostró una actitud plural de respeto a la diferencia. Tenía un estilo directo, era un fiel enemigo de la retórica y un conocedor e investigador del idioma al que, seguramente, muy pocas veces se le escapó un gazapo.
El sábado en la madrugada falleció Jesús Urzagasti, dejando, probablemente, muchas páginas inéditas que, esperemos, sus familiares nos harán conocer.
Paz en su tumba.