Vistas de página en total

lunes, 28 de marzo de 2011

no lo dice el cronista. Mario Vargas Llosa vivió en Cochabamba hasta los 9 años. estudió en La Salle. todavía conserva amigos de aquella "su infancia feliz"

Vargas Llosa gesticula en Suecia
Javier Otazú-EFE.- A alguien tan alérgico a liderazgos y sermones como es Mario Vargas Llosa, seguro que no le gusta el calificativo de profeta o de santo. Pero algo de eso hay en un hombre que estando vivo presta su nombre a calles, teatros y bibliotecas, y que suscita unanimidades en cada declaración, y son muchas las que hace. 

Ya no son sólo instituciones culturales las que condecoran al ilustre arequipeño. En el pasado mes, se han sumado a los homenajes embajadas extranjeras, academias militares y hasta un club de fútbol. Hay quien bromea diciendo que únicamente le falta la bendición de la Iglesia Católica peruana, algo difícil cuando el escritor se declara agnóstico y crítico mordaz de varias prácticas de esta iglesia. 

¿Quién recuerda ahora aquellos días de 1990 en que Vargas Llosa abandonó el país tras una furibunda campaña contra su persona? Acababa de perder las elecciones por un contundente porcentaje —un 57 a un 33 por ciento— contra un “outsider” de la política, el ingeniero Alberto Fujimori, y tras una campaña en la que Vargas Llosa no supo quebrar esa imagen de “candidato de los blancos y los ricos” que le endosaron. 

A los pocos días de los comicios, el escritor se marchó del Perú, se instaló en España y terminó pidiendo la nacionalidad en este país, que obtuvo en 1993. 

Vargas Llosa ha vuelto a Lima y pasa parte del año en su casa del limeño barrio bohemio de Barranco, mirando al Pacífico. No es un escritor encerrado en su torre de cristal. Al contrario, opina sobre prácticamente todo. 

El escritor habla y escribe de política sudamericana, de la legalización de las drogas, de la despenalización del aborto o de la frivolidad de la civilización del espectáculo. Recién publicada su nueva novela, El sueño del celta, ha anunciado que ha comenzado un ensayo, además de lanzarse de nuevo a interpretar Las mil noches y una noche. 

MUERTE Y VIDA. El premio Nobel, que hoy cumple 75 años, vive instalado en una frenética actividad. “No pienso mucho en la muerte. Estoy demasiado ocupado con la vida como para pensar en la muerte. Creo que es importante pensar que, gracias a la muerte, la vida es interesante, la vida es rica, intensa y tiene cosas hermosas”. 

La presencia pública no asusta a Vargas Llosa, se diría que le complace. Además, todo tipo de instituciones hoy se lo disputan. 

Para destacar 

Mario Vargas Llosa nació el 28 de marzo de 1936 en la ciudad peruana de Arequipa. 

En 2010, el escritor peruano fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura. 

Hoy, más presente en Lima, es habitual verlo repartiendo sonrisas y dando apretones de manos.