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martes, 15 de diciembre de 2009

vamos a iniciar una serie de notas basadas en libros y revistas puestas en mis manos en Cochabamba y Santa Cruz sobre el quehacer literario

Imponderable labor de Oscar Arze Quintanilla

Mauricio Aira

Tesonero como ninguno el escritor y poeta y diplomático prosigue en la brecha sin desmayar. Una vez más circula el libro Poesía, Narrativa, Ensayo y Anecdotario de la Unión Nacional de Poetas y Escritores de Cochabamba que corresponde a la gestión 2009 que en sus 273 páginas nos recrea con los versos de Luz Cejas Rosado de Aracena, Lilibeth Galindo de Guardia, Amanda Jáuregui de Costas, Rosario Quiroga de Urquieta, Armando Sánchez Velásquez y Judith Ustáriz Arandia. Un primera lectura nos conmueve y sorprende tanto por la selección de los versos presentados por cada uno de los nombrados como por la selección privilegiada de esto seis poetas que engalanan el jardín de la inspiración en el valle de Cochabamba. Varios de los inéditos poemas son realmente valiosos y los iremos glosando en éste blog destinado a poner de relieve las letras bolivianas en todos los géneros.

En cuanto a narrativa el Comité Editorial ha seleccionado a tres autores Fernando Aracena Cejas, Velia Calvimontes y Guillermo Razo Cuevas, en el género teatral está Edmundo Maradiegue profesor de Estado, político y literato que no deja de sorprendernos con su producción en la dramaturgia.

En el grupo cuatro de Ensayo figuran el mismo Oscar Arze Quintanilla, Eliseo Bilbao Ayaviri, Jaime Humérez Estrada, Rosario del Carmen Mostajo Medinaceli, Rosario Quiroga de Urquieta que ya figuró en poesía, Elizabeth Sejas Ledezma, Gaby Vallejo Canedo y Jaime Zavaleta Meneses.

Las trece páginas de un anecdotario anónimo aunque recogido prolijamente por los editores contienen pasajes algunos hasta ahora desconocidos que tienen por protagonistas a poetas, escritores y narradores que se leen de un tirón y que provocan la risa, la sonrisa y algún gesto no siempre agradable de reprobación.

Al objeto de ésta primera entrega de la tarea de Arze Quintanilla corresponde la petit historia que le dedica al calendario literario boliviano que irrumpe en 1918 con la aparición de Gesta Bárbara que desde Potosí aglutinó a los inolvidables Carlos Medinaceli y Gamaliel Churata, Alberto Saavedra Nogales, María de Medinaceli. Arturo Peralta, Armando Alba, José Enrique Viaña, Walter Dalence y que fueran los pioneros en la difusión literaria de la inquietud creativa. En Cochabamba se organizaron los escritores y artistas en 1936. En 1945 surge Gesta Bárbara Segunda al impulso de Gregorio Reynolds y Juan Capriles. En la fundación figuran Maria Cristina Quiroga, Jaime Canelas López, Mario Ojara Agreda, Raúl Vásquez, Héctor Cosío Salinas, habiéndose registrado más tarde el ingreso de Mario Quiroga de La Zerda, Julio de La Vega, Daniel Bustos, Germán Céspedes Barbery, Alfredo Aguirre Siles, Elías Crespo, Rafael Montenegro y Ángel Rivera. Años más tarde participaron también Blanca Elena Carmona, Germán Cosío, Víctor y Beatriz Matienzo, Antonio Terán Cabero, Oscar Arze Quintanilla, Jorge Suárez y Félix Rospigliosi.

Cada uno de los “bárbaros literarios” nombrados es conocido por su obra literaria, varios de ellos alcanzaron gran notoriedad y sus trabajos figuran en selectas biblioteca habiendo sido traducidos a otros idiomas y se los mantiene en los textos de historia literaria. El actual presidente de la Unión de Poetas y Escritores (UNPE) de Cochabamba Armando Sánchez cita 1959 como el año del Primer Encuentro Nacional de Poetas y Escritores en el pueblo de Paucarpata de la jurisdicción de Quillacollo. El 1962 bajo la animación de Eduardo Camargo nace la Unión Nacional de Poetas y Escritores y se editan libros de Antonio Terán Cabero, Daniel Bustos, Jorge Claros y Mario Lara López. En 1996 los poetas y escritores de Cochabamba asisten en Potosí a la Reunión Nacional presidida por Armando Sánchez y Elio Alcaraz con la mira puesta en agrupar todos los escritores de Bolivia, año después luego de dos reuniones preparatorias tanto en Tarija como en Potosí se reúnan y dar lugar a la fundación de la Sociedad de Escritores de Bolivia desde el 19 de octubre de 1997. Cochabamba y Oruro resultan siendo los centros aglutinantes de la actividad literaria.

A propósito de Gesta Bárbara

Jorge Soriano Badani puso en nuestras manos una imperdible publicación de la Casa de la Moneda escrita por Valentín Abecia Baldivieso en homenaje al grupo de insignes poetas y que perdurará para siempre en el colectivo boliviano. El título es llamativo “Antes que el Tiempo Acabe” en referencia a los pocos sobrevivientes de Gesta Bárbara. El libro fue posible gracias a la fundación del Banco Central que con Alberto Bailey a la cabeza se dedicó a estimular toda la creación artístico-literaria de la intelectualidad boliviana. Se lee pronto, en parte porque sus personales, los integrantes del grupo pioneros y los de GB2, son bien conocidos de los lectores, y especialmente porque sus nombres están ligados a la literatura de los últimos 50 años al punto que no hay investigador, o profesor literario que se precie y que no los nombre.

Dos referencias para el final. La primera sobre el nombre porqué Gesta Bárbara. Abecia responde: “al principio eran tres jóvenes soñadores que no sabían lo que querían”. El trío tenía que bautizarse con un nombre y buscar más socios, para ello Gustavo Medinaceli echó mano de la influencia materna y desenterró el nombre atrevido y sugerente Gesta Bárbara, que había florecido en Potosí en 1918 y cuyos miembros, casi todos resultaron notables hombres de letras a la cabeza de los cuales estaba Carlos Medinaceli, Armando Alba, Gamaliel Churata (seudónimo de Arturo Peralta, un boliviano-peruano) quién fue el verdadero promotor y conductor principal de aquel grupo es decir del original. La segunda tiene que ver justamente con Gamaliel que aparece en la historia literaria de la mano de un joven franciscano recién llegado a Potosí José A. Zampa (que mantiene su perenne actualidad a raíz de haber fundado más de cien escuelas en el agro a las que llamó Escuelas de Cristo), de alguna manera le abrió las puertas a otro joven un peregrino llegado de Perú, con marcado acné, cuyas iniciativas secundó y hasta es consiguió un lugar donde reunirse y editar sus poemas. No es casual que Peralta con incipientes pasos en las artes gráficas se formara gracias al franciscano como “cajista” o sea el armador de los textos para ponerlos a la máquina. Peralta o Churata su seudónimo resultó siendo la clave en la tarea de difundir, propagar, relacionar a Gesta Bárbara con toda la intelectualidad. De la pluma de los autores, a la caja de Churata, de allí al papel y al lector. El padre Zampa imbuido del pensamiento social de la Iglesia era un moderno San Pablo, sus ideas eran muy avanzadas para entonces al punto que el Gobierno lo extrañó de Bolivia a donde regresa en 1917 para proseguir con su labor educativa por una parte y la difusión de Justicia Social entre sus escritos. No vamos a decir que Gesta Bárbara crece y se hace grande por el discípulo de Fracisco de Asís, aunque no podemos desconocer el rol que a través de Gamaliel tuvo en cuestiones prácticas. Lo cierto es que Gesta Bárbara se convirtió en el más visionario, valiente, y selecto grupo de pensadores de la Nación.

Tómense nuestros apuntes como un anticipo del contenido de los próximo numerales de este blog.