Vistas de página en total

jueves, 12 de marzo de 2015

vivió gran parte de su vida en Bolivia habiendo nacido en Jujuy. se aposentó en Tupiza donde sin duda le harán un monumento. Liber Forti deja profunda huella

Previus: antes de ofrecerles un segmento del texto que publicó Los Tiempos en su suplemento LECTURAS, unas palabras dirigidas a su viuda Gissela Derpic, digna dama potosina que ocupó las más altas situaciones en su ciudad natal, como su padre, amigo y camarada Jorge Derpic uno de los fundadores de la Democracia Cristiana junto con Remo Dí Natale, Benjamín Miguel, Luis Ossio, José Bustamante Pérez, Eduardo Bracamonte, José Zanabria, Antonio Ivanovic. Gissela estuvo junto a Liber hasta el último minuto. Aquejado por una dolorosa enfermedad, escribió un testamento muy severo, prohibiendo se le hiciera homenaje alguno y que sus seres queridos hicieran desaparecer pronto sus restos mortales y que éstos no sean expuestos a exposición alguna.

Dicen que el padre quizo bautizarle como Liber (Libre) como él mismo había asumido el apellito Forti. la combinación resultó en Libre y Fuerte que podría resumir el destino del más grande anarquista de la hisoria de Bolivia. Convirtió sus convicciones en una forma de vida y su vocación lo llevó a perseguir dos objetivos ser sindicalista y ser comunicador por medio del teatro.

En cuanto a sindicalista muy pronto se apego a la Central Obrera, a la Federación de Mineros y se convirtió en su irrenplazable Secretario de Cultura, así asesoró a Juan Lechín durante muchos años y en los tiempos de persecusión resultó víctima de los regímenes de facto y de otros que veían en Liber Forti al "cerebro gris del lechinismo" no en vano el gran líder lo necesitaba en todas las ocasiones, especialmente en las más difíciles y peligrosas. Gran parte de los aciertos de Lechín se debieron a Forti, y si la Federación de Mineros y la misma COB mantuvieron su independencia política de los partidos y de los gobierno le tienen que agradecer a Liber Forti que con inteligencia, sagacidad y mucha paciencia, libró a Lechín, a Reyes, a López de la tentación de convertirse en satélites de los gobiernos de turno.

Y su tarea artística se plasmó en fundar y sostener durante décadas la escuela de teatro más famosa y renombrada de Bolivia "Nuevos Horizontes" que funcionó y aún pervive en su querida ciudad de Tupiza. Resultará interesante conocer la historia de esta escuela, que en realidad se convirtió en una especie de "universidad de la vida" por sus aulas pasaron grandes personalidades del Teatro, la Radio, la Televisión y el Cine. De los que conocimos nombramos algunos, otros serán sumados a esta lista por los partícipes de aquella escuela. Lalo Lafaye, Mario Soria, Jorge Lora, Hugo Sánchez Careaga, Humberto Vacaflor, Mario Castro, Julio César Bellot, allí aprendieron a impostar la voz, a dominar flexiones y su volúmen y matices, los formó oradores, locutores de calidad, actores dramáticos y comediantes.

De las obras que más impactaron recuerdo al menos dos "Esopo el Esclavo" y "El Inspector" de gran impacto y de las que esperamos se conserven los registros magnetofónicos. Se cuentan por decenas las obras del infatigable director y su fiel compañera Ana Santiago que le supo acompañar en los tiempos de cárceles y exilios.

Anarquista y ateo, lejos estuve de comulgar con Liber Forti, humanista y cristiano que marcan mi horizonte.  Discrepamos por ejemplo en el manejo de los símbolos de la Cruz y el Escudo en la Segunda Conferencia Nacional de Locutores de Radio que nos tocó organizar en Siglo XX, aunque nuestros primeros contactos sucedieron en el Segundo Congreso de Estudiantes de Secundaria en Vallegrande (1956 si estoy acertado) y en otras circunstancias de colisión entre las radioemisoras La Voz del Minero y Pio XII de Siglo XX.
Esta introducción sirva como un apunte para el gran libro sobre el gran Liber Forti será presentado por su viudad Gissela Derpic desde Tarija donde cerró sus ojos.