Vistas de página en total

martes, 31 de enero de 2012

Carlos Hugo Barbery nos ha hecho saber que don Hernando García Vespa ilustre intelectual de florido verbo se encuentra muy delicado de salud. para refrescar nuestra memoria Barbery trae este hermoso texto de García Vespa ante nuestros ojos



Estas “Meditaciones de Caminante”, me permito remitirles una que Don Hernando escribió para El Deber el 14 de Enero de 2007, en aquella ocasión y en relación a la coyuntura, su “pluma” dijo:

Nuestro país, actualmente, da la impresión de haber extraviado la brújula y el rumbo. La política carece de grandeza y de objetivos  viables, realistas y concretos
Cada vez son más hondos los abismos de la discordia y del odio. La anarquía  reina. La violencia  se campea sin límite y sin freno.
El desgobierno cunde y se pone en juego, peligrosamente, la unidad nacional, la seguridad de la república, la integridad territorial y nuestra condición de Estado soberano, independiente y libre.

El caos sienta sus reales sobre el territorio nacional.
La barbarie tiene licencia para matar.
El Estado de Derecho, mancillado y escarnecido.
La Ley, víctima del desprecio oficial y conculcada sin atisbo de arrepentimiento ni de vergüenza.
Igual o peor suerte corren los Derechos Humanos.
El odio, de la mano de la intolerancia, divide, crispa y empuja al país al borde de la guerra civil.

Tiempo nublado. Tiempo cargado de tormenta.
Dependencia  total de regímenes foráneos, de caudillos folclóricos ebrios de dominación neocolonialista y de soberbia.
Ofensa a la dignidad nacional, al principio universal de no intervención en los asuntos internos de otro Estado.
La soberanía al traste.
La dictadura del partido único aflora con toda su secuela de opresión, de torturas, de humillaciones, de vejámenes, de presos por cargo de conciencia.
Persecuciones, violación de la vida privada, exterminio moral y físico de los enemigos ideológicos.

Invasiones racistas. Atentados flagrantes contra las libertades y garantías fundamentales de la persona humana.
Apoteosis del cinismo.
Desinformación sistemática, tendenciosa, en una desmesura de la simulación y la mentira.
Demagogia sin tasa ni medida.
Idolatría del culto de la personalidad. Atropello de las instituciones democráticas.

Despilfarro de recursos tirados al arroyo para financiar marchas, movilizaciones, bloqueos y sabotajes a la producción y al derecho de disentir del dogma oficialista.
Racismo irracional, excluyente, exacerbación de la limpieza étnica.
Construcción abierta, paso a paso, del Estado totalitario.
Exhumación del comunismo, del marxismo-leninismo, de los muros de Berlín, de los campos de concentración, del Gulag salvaje e inhumano, del Estado policiaco, burocrático y ateo.
La muerte por doquier. El terror que espía desde las ominosas guillotinas del miedo.

Imperio del fanatismo y de la fuerza.
Impunidad de los “movimientos sociales”, inventados por los encapuchados ideólogos de la confrontación y de la sangre.
Y, mientras tanto, la pobreza crítica, el desempleo, la desesperación, el hambre, el éxodo, la diáspora de los bolivianos hacia el extranjero en busca de trabajo, de seguridad y de esperanza.
Y, a pesar de todas las amenazas, de todos los peligros, ni la libertad ni la justicia, perecerán.
Para defenderlas, no hay que bajar la guardia. Hay que amanecer de pie.