LA
PATRIA
Ha mucho tiempo
asistí a un recital de poemas selectos
en el “Teatro Achá”. Se presentaba la reconocida artista argentina Berta
Singerman quien, como una Hada en vuelo, chal extendido y brazos abiertos,
recitaba este hermoso verso cuya autoría ignoraba hasta el presente. Ahora,
gracias al correo virtual aprendo que se titula “Camino de la Patria” y su
autor es Carlos Castro Saavedra poeta colombiano en cuyo busto de homenaje está
inscrito el poema. Aprendo detalles de la composición que en la voz, ya más
madura de la consagrada artista cobra trascendencia.
Se
trata de un bello poema aplicable a todas las patrias del planeta, muchas veces
ingratas en el acogimiento de los hijos en su seno, desdeñados por los gobiernos
transitorios, violentados, en todos los continentes. Ella recita y hiere mi
interioridad.
Yo
lo aplico a mi realidad concreta, a mi Patria Bolivia, con su utopía aún lejana
en mi utopía soñadora. Como alguien comenta en su correo virtual el poema es
aleccionador, conmovedor; y la artista es prodigiosa en el mensaje que
conmueve.
CAMINO
DE LA PATRIA
Cuando se pueda
andar / por las aldeas / y los pueblos sin ángel de la guarda.
Cuando sean más
claros los caminos / y brillen más las
vidas que las armas.
Cuando los
tejedores de sudarios / oigan llorar a Dios entre sus almas.
Cuando en el
trigo nazcan amapolas / y nadie diga que la tierra sangra.
Cuando la sombra
que hacen las banderas / sea una sombra honesta y no una charca.
Cuando la
libertad entre en sus casas / con el pan diario, con su hermosa carta.
Cuando la espada
que usa la justicia / aunque desnuda se conserve casta.
Cuando reyes y
siervos junto al fuego, / fuego sea de amor y de esperanza.
Cuando el vino
excesivo se derrame / y entre copas vida se reparta.
Cuando de noche
grupos de fusiles / no despierten al hijo con su habla.
Cuando al mirar
la madre no se sienta / dolor en la mirada y en el alma.
Cuando el pueblo
se encuentre y con sus manos / teja él
mismo sus sueños y su manta.
Cuando en lugar de sangre por el campo / corran
caballos, flores sobre el agua.
Cuando la paz
recobre su paloma / y acudan los vecinos a mirarla.
Cuando el amor sacuda
las cadenas / y le nazcan dos alas en la espalda.
Sólo en aquella
hora / podrá el hombre decir / ¡que tiene patria!
Qué bien plasma
el verso para mi Patria enferma y contradictoria. Llegamos a otro Aniversario,
sin justicia social, sin dignidad ni coherencia política. La construimos
dolorosamente a un ritmo espaciado y tortuoso. Con ansiedad me interrogo: ¿Qué
pensarán los hermanos del TIPNIS sobre el concepto de Patria? ¿Los Beneméritos
ya extintos? ¿Los postergados, los ignaros, los perseguidos….?
La Patria tiene
una connotación sagrada en nuestras vidas, ella es digna del mayor respeto y
del más puro sentimiento.
Yo amo a mi
Patria como también tú, la amas con exceso y en ello logramos empatía y
compromiso.
Sublimemos pues en
su honor, congregados, la veneración y el amor debido a ella, hasta cerrar los
ojos de la precaria existencia.
Sí, que le
nazcan dos alas en la espalda a todos los hijos de la Patria. Ya imagino logrando
simbología al artista del pincel y los colores; configurando al boliviano del
mañana, al ser superior, ahíto de bondad y sentimiento; el futuro hijo de la
Patria, nimbado de valores y principios, inteligente y digno, con aura de bondad,
honestidad y sacrificio.
Sea él alcanzado,
ejemplo de pureza y de mensajes.
Gastón
Cornejo Bascopé
Cochabamba,
6 de agosto 2013.